Antonio Rebolledo
El Diario
Ante el incremento en las operaciones de contrabando detectadas desde la semana pasada, la Aduana mexicana reforzó sus acciones de vigilancia en torno a los cruces internacionales.
Para inhibir la incidencia del “lanzamiento” de mercancía de contrabando al bordo del río Bravo, colocó agentes de la Policía Fiscal debajo de los puentes a bordo de patrullas.
Estos oficiales al mismo tiempo realizaron recorridos pedestres en las zonas peatonales que se localizan bajo los cruces internacionales, y en el paso a desnivel a un costado de las oficinas de Recaudación de Rentas.
De igual manera se reforzó la presencia de los binomios caninos en las garitas de inspección turística, para detección de armas, drogas, químicos y dinero en efectivo.
En los puntos de ingreso a la Aduana hay 11 perros rastreadores o “censores” que engrosan la fuerza de inspección en los carriles turísticos y de pequeña importación.
Las patrullas se localizaron ayer debajo de los puentes Paso del Norte y Reforma, donde vigilaron que no se arrojara mercancía desde los enrejados rotos hacia el bordo del Río Bravo, donde comúnmente es recogida ante la observación de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Sobre los puentes, los grupos de “halcones” que aprovechan descuidos de los oficiales de la Aduana y de los efectivos del Ejército para arrojar bultos al vacío, esperaron ese momento durante la mayor parte del día sentados sobre los barandales en la parte media del puente.
De acuerdo con personal de la Aduana, en conjunto con el reforzamiento en la vigilancia en los carriles peatonales de los puentes y la colocación de nuevas mallas aceradas, se ha inhibido el lanzamiento de mercancía desde los puentes.
No obstante, durante jueves y viernes contrabandistas intentaron romper las mallas fortificadas en el puente Córdova, una acción que fue repelida por efectivos del Ejército.
Apoyo extra
Le tomó tres minutos detectar que en el interior de una caja de cartón dentro de la caja trasera de una camioneta tipo pick up repleta de enseres domésticos había una bolsa con dólares.
En cuanto la encontró, rasguñó el cartón, emitió un ligero ladrido y se sentó en señal de que en esa caja había algo.
En recompensa, su manejador le entregó un tubo de plástico que comenzó a roer, cual si fuera su presa.
Su nombre es “Bac”. Tiene tres años. Es un pastor alemán tipo K-9, donado por la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
“Bac” llegó a la Administración General de Aduanas para integrarse a la fuerza de 11 binomios caninos en la Aduana de Juárez desde hace cuatro meses.
Forma parte de los paquetes de donaciones tácticas que el Gobierno de Estados Unidos otorga a México a través de la Iniciativa Mérida.
Cada uno de estos 11 perros, de raza pastor belga y pastor alemán, tiene un costo de 10 mil dólares en el mercado especializado en el entrenamiento de animales para búsqueda, salvamento y rastreo.
Además de detectar dinero, drogas y armas, estos animales han descubierto cargamentos de precursores químicos en vagones del ferrocarril, material usado en la fabricación de estupefacientes, que ha sido decomisado.
“Bac” acude cada 18 meses a una retroalimentación; y su pareja, el manejador canino, entra a nuevos cursos de capacitación sobre el control y cuidado del can.
Trabaja durante 40 minutos continuos y descansa 20 minutos, aunque bajo condiciones de calor extremo, su reposo puede prolongarse hasta por media hora.
Después de cuatro horas en esta dinámica, descansan una hora, hasta completar los turnos de 9 horas en los puntos de inspección.
Por otra parte, ayer un guiador intentó darse a la fuga en el puente Córdova cuando aceleró antes de ser sometido a inspección.
Las barreras colocadas en forma de laberinto impidieron que incrementara la velocidad en la fuga, y agentes de la Policía federal terminaron por detenerlo. Trasladaba cajas con cigarrillos.
El Diario publicó el sábado pasado que pese al incremento en la fuerza de vigilancia, al fortalecimiento de su infraestructura física, a la inversión millonaria en tecnología y a la profesionalización de su personal, la Aduana en Juárez sigue a merced del contrabando, que no sólo burla los mecanismos de seguridad y de inspección automatizada, sino que de paso, daña sus instalaciones y el mobiliario urbano que rodea a sus recintos fiscales en los puentes Paso del Norte, Reforma, Córdova y Zaragoza.
El pasado miércoles 16, una camioneta cargada con cigarrillos de contrabando eludió esta fuerza de vigilancia, afectó parte de la infraestructura de egreso de la Aduana en el puente Córdova (Libre), y de no ser porque en su recorrido registró daños en el tren motriz, hubiera escapado.
El conductor huyó a pie, abandonando la camioneta a un costado del módulo de orientación turística de El Chamizal. Después abordó otro vehículo para alejarse del lugar.
El Diario constató en un recorrido realizado la semana pasada, los hoyos que han sido horadados por los contrabandistas entre las mallas de acero en los puentes Reforma, Paso del Norte y Córdova.
Algunos de estos hoyos han sido remendados con alambre y cable.
El Diario solicitó al Instituto Nacional de Avalúos y Administración de Bienes Nacionales (Indaabin) información sobre el gasto que debe ejercer el Gobierno federal para realizar estas reparaciones a la infraestructura de los puentes internacionales en los últimos meses, pero nos e ha obtenido respuesta de la dependencia de la Secretaría de la Función Pública. (Antonio Rebolledo/El Diario)