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‘Como un vaquero, disparó con un arma en cada mano’

Martín Orquiz
El Diario

2014-07-24

Durante la agresión en contra de agentes municipales, ocurrida después del mediodía del miércoles en la avenida Benito Juárez, actuó un sólo gatillero, quien portaba una pistola en cada mano accionándolas “como si fuera un vaquero”, establecen testimonios recogidos en el lugar.
Los agentes, indicaron, estaban concentrados revisando a un hombre cuando el agresor arribó en un vehículo, del que descendió con las armas ocultas en su espalda y al llegar a corta distancia comenzó a disparar contra los agentes.
Debido al incidente, ayer por la mañana se registró una gran movilización de oficiales de la Policía Municipal, mientras que se observó también que elementos del Ejército Mexicano realizaron patrullajes por el sector.
El hecho provocó que la incertidumbre y el temor se apoderaran de la comunidad de comerciantes establecidos y ambulantes de la avenida Benito Juárez.
A lo largo de la acera poniente de la arteria, entre las calles Tlaxcala y  Azucenas, un camino formado por cientos de gotas ennegrecidas generadas por las hemorragias que sufrieron las víctimas ofrecen testimonio de lo que ocurrió horas antes.
Incluso un pedazo de gasa con sangre estaba tirada sobre la intersección de Juárez y Azucenas.
Las personas que alcanzaban a notar el rastro prefirieron brincar o rodear las huellas que, hasta ayer, nadie se acomidió a limpiar.
Aunque muchos de los testigos decidieron callar lo que observaron, algunos dijeron a condición del anonimato que fue sólo un tirador, pero que portaba dos pistolas, una en cada mano.
“Estaba sentado allí afuera de la casa de cambio y pasó un carro… se paró en la esquina y se bajó un bato con una pistola en cada mano atrás (de la espalda)”, expresó uno de los entrevistados.
Los agentes estaban “basculeando” a un hombre, cuando el agresor se acercó y comenzó a disparar utilizando ambas manos, luego se regresó al vehículo de donde bajó antes y la unidad se alejó rumbo al oriente por la calle Tlaxcala.
“Disparó, así como los vaqueros”, comentó uno de los declarantes.
Los testigos señalaron que en el área se encontraba un elemento de la Dirección general de Tránsito Municipal (DGTM) aplicando una infracción, quien fue el que pidió auxilio a sus compañeros y describió el automóvil, de color hueso, que recogió al agresor.
“No sé cuántos balazos fueron, pero yo sentí mucho miedo”, comentó otro de los testigos.
Uno de los oficiales cayó al suelo de inmediato, mientras que el otro –a quien se refiere como “el moreno”– salió corriendo a pesar de estar sangrando, pero no hizo frente al atacante.
Algunas de las personas que laboran en el sector que fueron entrevistadas, quienes se negaron a proporcionar su identidad, dijeron que todo pasó muy rápido, en cuestión de segundos.
Incluso muchos de los transeúntes no alcanzaron a dilucidar lo que ocurría y siguieron su apresurado camino hacia el puente internacional paso del Norte, ubicado a sólo una cuadra al norte de donde ocurrieron los hechos.
“La gente no se daba cuenta, siguieron su camino como si nada, algunos sí alcanzamos a tirarnos al piso, otros se quedaron como piedra”, dijo un vendedor de la zona.
Otro comerciante señaló que ayer por la mañana se registró una nutrida presencia de policías de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), quienes hicieron diferentes recorridos y entrevistaron a algunas personas, pero luego se retiraron.

Resurge el temor

Aunque consideraron el hecho como atípico ya que hace meses que no se registraban actos de violencia en el sector, comerciantes y vendedores plantearon la pregunta de por qué el ataque se dio de forma directa en contra de esos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Aunque al menos una veintena de vendedores, taxistas y trabajadores de los negocios establecidos en el área aseguraron que no estuvieron presentes o que no vieron algo, otros contaron que pudo haber más lesionados, pero la providencia no lo permitió.
“Mi compañero estaba arreglando una sombra, y apenas se sentó cuando comenzaron los balazos y una bala pegó aquí”, dijo un taxista del “Nuevo Tívoli” mientras señalaba los orificios que dejó el proyectil tanto en el anuncio del servicio como en la pared.
Si hubiera estado de pie, caviló, a lo mejor le hubiera pegado en la cabeza.
Otro testigo mencionó que un hombre joven estaba siendo revisado por los elementos policíacos cuando fueron atacados, aunque se puso pecho a tierra, las balas agujeraron su camiseta.
“El chavalo se tiró de pecho, pero en la camisa tenía dos agujeros de bala, pero no le pegaron en el cuerpo”, dijo.
Luego de verificar que no estaba herido, el individuo procedió a alejarse del lugar, contó el declarante que solicitó la reserva de su identidad por temor.

Ambiente normal

Ayer el ambiente en la avenida era normal, tan como antes de que ocurriera la agresión en  contra de los elementos policíacos.
“La gente ya está acostumbrada a este tipo de cosas, aquí casi no se ha hablado de lo que pasó”, mencionó una persona que labora en un negocio ubicado en torno a la escena del ataque.
Todos los negocios del sitio abrieron sus puertas, mientras que los trabajadores que remozan las banquetas de Benito Juárez entre Tlaxcala y Gardenias realizaban sus faenas con normalidad.
“Cuando algo así pasa dura mucho tiempo calmado, a ver qué onda”, señaló un hombre que aunque traía un gafete colgado en el cuello declinó dar a conocer su identidad.
Sin embargo, algunos comerciantes si previeron afectaciones en la zona debido al hecho violento.
“Desgraciadamente esperamos que esto si nos vaya a afectar”, espetó el presidente de Centros Cambiarios, José Luis García Arenas, quien recorrió la escena de la agresión y platicó con otros comerciantes del sector sobre ese asunto.
Dijo sentir temor de que la gente deje de acudir a la zona por miedo a que ocurra en medio de los esfuerzos que se están realizando por revivir la actividad comercial en ese corredor que conecta al centro histórico de la ciudad con el Puente Internacional Paso del Norte.
“Da tristeza que ocurra algo así, estamos levantando la avenida y pasó esto, ya ve que resultó una niña herida, entonces van a tener miedo venir”, expresó.
Dijo que minutos después del evento muchos de los transeúntes que caminaban hacia El Paso o de regreso a Ciudad Juárez y que no se habían dado cuenta de la agresión pisotearon los lugares don de las víctimas cayeron, incluso él resguardó durante algunos minutos los casquillos, contó al menos 10, que estaban tirados alrededor.
“La gente iba como si nada, luego duramos casi cuatro horas paralizados porque ni dejaban entrar ni salir del acordonamiento”, recordó.
El comerciante señaló el impacto que causó uno de los proyectiles disparados, el que pegó en el segundo piso de su negocio, a una distancia de casi 75 metros de donde se originaron los disparos.
“Sí quedo temor, estamos todavía asombrados por lo que pasó, hacia mucho tiempo que no ocurría algo así”, declaró.
En medio de lo ocurrido, tanto García Arenas como otros entrevistados destacaron la solidaridad con la que actuaron decenas de personas que se prestaron a atender a los lesionados.
“Eso si, hubo mucha solidaridad, principalmente de los vendedores ambulantes”, expresó el representante de los casacambistas.
El entrevistado no pudo evitar recordar que entre el 2007 y el 2010 en las calles colindantes se registraron casi 50 homicidios, luego la violencia se calmó, por lo que estaba seguro que este tipo de eventos no se repetirían más.
Mencionó que sobre la avenida Benito Juárez existen 165 locales, de los cuáles 135 están abiertos, por lo que es un sector con una economía en crecimiento, aunque hechos como los que se registraron el miércoles frenan esa inercia de recuperación.
“Estamos muy agradecidos con el Gobierno estatal y federal por las obras para remozar que se están haciendo, pero con este tipo de sucesos la gente se va, cuando lo que queremos es que regrese”, declaró.
Aunque con miedo, decenas de vendedores ambulantes instalaron sus puestos o carritos a lo largo de la arteria, aunque en algunos casos los comerciantes cambiaron de ubicación.
“Yo estaba más cerca de la Tlaxcala, pero la verdad me dio miedo con lo que paso ayer, así que me vine para acá, pero pues ya sabe uno que cuando le toca pues le toca, no hay de otra”, comentó uno de los comerciantes ambulantes que trabaja en la zona.

morquiz@redaccion.diario.com.mx
 

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