Armando Vélez/Marisela Ortega
El Diario
El Paso– Aunque el gobernador de Texas, Rick Perry, anunció el lunes el envío de mil soldados de la Guardia Nacional para vigilancia fronteriza, las leyes federales actuales le impiden a estas tropas realizar arrestos de indocumentados.
Tampoco podrán utilizar sus armas, a menos que se trate de un caso de defensa propia.
El general mayor John F. Nichols, quien está a cargo de la corporación militar texana, confirmó que sus tropas no podrán detener físicamente o regresar a ninguno de los miles de inmigrantes que cruzan la frontera.
“Tenemos planeado referir o disuadir con una presencia visible”, señaló el oficial en conferencia de prensa.
“Van a estar de puro adorno. No van a hacer nada, se van a frustrar”, señaló el abogado migratorio Carlos Spector.
Recordó que en 2006 y 2010 los presidentes George W. Bush y Barack Obama ordenaron respectivamente a la Guardia Nacional que asistiera a la Patrulla Fronteriza.
“Los ‘migras’ decían que ‘lo único que necesitamos es que nos sirvan café’. Es pura cuestión mediática”, agregó el especialista en asilo político para mexicanos.
Ramiro Cordero, vocero de la Border Patrol en El Paso, señaló que hay que esperar a que lleguen los soldados, “si es que llegan”.
“Nosotros continuaremos con nuestro trabajo como lo estamos haciendo”, precisó. “Además, esto todavía no sucede”.
Entrevistado por ABC News, Ralph Basham, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) entre 2006 y 2009, coincidió en que la Texas National Guard utilizará armas sólo para defensa propia y “está limitada en cuanto a la capacidad que pueden hacer”.
“Podrían ser usados de la mejor manera para ir a levantar tiendas e instalaciones médicas y servicios de vivienda y comida. Todas las cosas que se le piden ahora a la Patrulla Fronteriza”, dijo Basham, quien fue funcionario de la administración Bush.
Según Perry, el despliegue de tropas se ha justificado después de la crisis inmigratoria que ha traído a miles centroamericanos, incluyendo familias y niños que viajan solos.
No obstante, la versión oficial de la Guardia Nacional de Texas es diferente.
“Nuestra misión será para rendir apoyo al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) para combatir a los elementos criminales que operan a lo largo de la frontera”, señaló la instancia militar.
De acuerdo con Jennifer Atkinson, vocera de las Fuerzas Militares de Texas, hasta el momento se desconoce el número de tropas que serán enviadas a El Paso.
“Estamos trabajando con el Departamento de Seguridad Pública (DPS) para determinar la ubicación exacta de las tropas”, señaló.
Precisó que la Guardia Nacional de Texas está en el proceso de identificar las unidades y los individuos que serán movilizados en la misión.
“Con el apoyo de DPS comenzaremos los ejercicios de entrenamiento. Se espera que comiencen a ser desplegados en los próximos 30 días, para servir como multiplicadores de fuerza de acuerdo a las requisiciones del gobernador”, expresó en entrevista con El Diario de El Paso.
Al respecto, el senador estatal José Rodríguez –quien representa a El Paso en el Capitolio de Austin–, insistió en que ellos como militares no pueden actuar como agentes migratorios o policía local.
“Hay que aclarar que la Guardia Nacional en Texas no tiene autorización para arrestar personas y cuestionarlas sobre su estatus legal. Sí tienen poder para asistir en cuestiones de emergencia, como hicieron con el Huracán Katrina y en inundaciones en el Centro de Texas”, dijo quien fuera también Procurador del Condado de El Paso.
Recordó a Ezequiel Hernández, de Presidio, Texas, quien fue muerto por agentes de la Guardia Nacional que vigilaban la frontera hace unos años.
“Sin embargo resultó un joven muerto. Eso puede ocurrir otra vez: no podemos pensar que esto es algo más remoto”, expresó Rodríguez.
Joe Moody Jr., representante estatal por el Distrito 78, envió un mensaje al gobernador Perry en el que le pide que consulte a personas que viven en la frontera para solucionar el problema.
“Los soldados no son funcionarios de paz certificados. Traer una presencia militarizada es otra cosa, pero desafortunadamente al gobernador le gusta jugar a la política”, dijo Moody.
Por su parte, Mary González, representante estatal por el Distrito 75 de Texas —que abarca el Valle Bajo y limita con México— expresó que ninguno de sus votantes ha hablado de violencia en la frontera.
“Estamos gastando dinero en la Guardia Nacional en vez de emplear apoyo humanitario para educación o salud. Hubo un incidente que podría haber sido prevenido en vez de utilizarse como ganancia política”, dijo González.
De nada servirá despliegue: investigación
De nada servirá el despliegue de la Guardia Nacional hacia la frontera sur de Texas, si los mismos inmigrantes indocumentados desean ser capturados, expresaron los autores de una investigación académica de la Universidad de Texas en El Paso.
Según las conclusiones del referido informe, difundido por el diario El Washington Post y el Canal 7 de El Paso, los mismos inmigrantes se entregan a los elementos de la Patrulla Fronteriza, a sabiendas de que no habrá consecuencias mayores para ellos, dijo Víctor Manjarrez, un ex jefe de la Patrulla Fronteriza y uno de los autores del informe correspondiente.
“Es inútil toda esa vigilancia cuando ellos mismos (los indocumentados) se entregan voluntariamente ante las autoridades”, expresó Manjarrez Jr., citado en la investigación académica, realizada en Brownsville, Texas, principalmente sobre menores centroamericanos.
Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza de El Paso, dijo que los elementos de la corporación continuarán haciendo su trabajo, como siempre.
“Nosotros no vamos a comentar sobre esa decisión del gobernador”, expresó Cordero, en entrevista telefónica. “Además, eso todavía no sucede (el despliegue) y nosotros continuaremos con nuestro trabajo”.
Actualmente, dijo Cordero, hay unos 2 mil 600 agentes de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, cuya jurisdicción abarca igualmente el sur de Nuevo México.
El Congresista por El Paso, Beto O’Rourke, rechazó la idea del despliegue de la Guardia Nacional, ya que la militarización no necesariamente resolverá la actual crisis migratoria, expuso.
“Los mismos menores inmigrantes se están rindiendo ante los agentes de la Patrulla Fronteriza”, expresó O’Rourke, en una declaración escrita difundida en su página de Facebook.
“Apenas puedo creer que estos menores, quienes ya han sufrido demasiado, lo hayan asustado tanto (al gobernador), al grado de tomar una medida tan irracional como desplegar la Guardia Nacional”, dijo O’Rourke.
Desde el año fiscal 2013, los agentes de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas se sintieron abrumados ante el incremento en el flujo de menores inmigrantes, primordialmente procedentes de Centroamérica.
“Los agentes de la Patrulla Fronteriza se dedican a atender y cuidar las necesidades de esos menores, y ello los distrae de su labor”, dijo Manjarrez Jr., el ex jefe de la Patrulla Fronteriza y autor de una investigación en UTEP en torno al tema.
En promedio, personal de la Secretaría de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos atendió a 7 mil y 8 mil menores inmigrantes no acompañados, anualmente, según datos de esa misma dependencia federal.
“Pero tal cifra se elevó drásticamente durante el año fiscal 2012, al atenderse a 13 mil 325 menores, ese año”, dijo un vocero de la dependencia.
Se calcula que la cantidad llegará a cuando menos 60 mil menores inmigrantes hacia fines del año fiscal 2014, el 30 de septiembre.
En su mayoría, se trata de menores procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala. (Armando Vélez/Marisela Ortega/El Diario de El Paso) (Con información de Gerardo Smola)
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