Antonio Rebolledo
El Diario
Lo que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y la Comisión Nacional del Agua no pudieron precisar la semana pasada sobre la disponibilidad de agua en los acuíferos subterráneos que surten a Ciudad Juárez, será revelado a finales de este año a través de un estudio que desarrolla la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) desde mediados del 2013.
El organismo, en conjunto con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y el Servicio Geológico de Estados Unidos, dará a conocer los resultados de un análisis técnico binacional que realizan a los dos acuíferos principales que surten de agua a la región Juárez-El Paso: el Bolsón del Hueco y el Bolsón de Mesilla, donde se localiza el acuífero Conejos-Médanos.
El secretario de la CILA en esta frontera, Jesús Luévano Grano, informó que el análisis calculará la disponibilidad actual de ambos surtidores subterráneos, su abatimiento, la relación extracción-recarga, la conexión con otros acuíferos cercanos, su condición de estrés, y la calidad del líquido extraído para consumo humano.
El estudio forma parte de un análisis a los principales acuíferos que surten a las ciudades fronterizas de ambos países, como los de San Pedro y Santa Cruz en Sonora, y el del Valle de Mexicali, surtidores que fueron evaluados hace 15 ó 20 años, y que desde entonces se desconocen sus condiciones.
El funcionario indicó que el estudio más próximo sobre las condiciones de los acuíferos del Hueco y Mesilla data de la década de 1990, cuando se anunció que ambos puntos de abastecimiento no registraban abatimiento, lo que refutó la tesis plateada una década antes, cuando se aseguró que los acuíferos en Juárez dotarían a la ciudad durante 20 años, no más.
La revisión en materia de calidad del agua, puntualizó Luévano Grano, corre a cargo de los laboratorios de la Conagua.
Del lado mexicano, la inversión en el estudio ronda los 5 millones de pesos.
Agregó que el análisis permitirá planear obras de reinyección de agua a los acuíferos, mediante el reforzamiento de vasos contenedores para la filtración, o la perforación de pozos que aceleren el proceso de reinserción del líquido a los mantos.
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