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Toleran en calles venta de cigarrillos piratas

El Diario

2014-04-20

A pesar de que su venta al público está prohibida porque además de que ingresan de contrabando al país las autoridades desconocen su contenido y los daños que generan en la salud de quienes los consumen, la comercialización de cigarros “piratas” se realiza en esta ciudad sin restricciones ni control de ninguna dependencia oficial.
Estos cigarrillos se pueden encontrar con facilidad en la tienda de la esquina, con ambulantes ubicados en diversos cruceros, en la zona Centro, en numerosos puestos a las afueras de hospitales, entre otros puntos, y como no pagan impuestos porque se comercializan de manera ilegal por no reunir los requerimientos establecidos, su precio es más bajo aun cuando quienes los adquieren no saben qué es lo que están fumando.
De acuerdo con fuentes sanitarias, el humo de un cigarro de marca comercial contiene cerca de 4 mil componentes químicos, de los que 160 son tóxicos y casi 60 por ciento son cancerígenos.
Sin embargo, como no se han hecho estudios sobre los componentes y el control de calidad de los cigarros “piratas”, además de que se desconoce el lugar donde son fabricados, autoridades de Salud consideran que al fumarlos se pueden incrementar los riesgos para la salud de quienes los consumen.
Raúl Montoya Jara, coordinador estatal de Atención a Adicciones, dijo que las escasas regulaciones ocasionan que este tipo de cigarros sea más accesible para la población y para que se incremente su uso, al mismo tiempo que crecen los daños para la salud.
El cigarro “pirata” es la evasión de impuestos, dijo Montoya Jara, lo que propicia que baje su precio y a su vez sea mayor accesible su venta.
El funcionario precisó que estos cigarrillos no traen controles de calidad, por lo que “es muy importante que incluso la gente que hoy en día los está consumiendo detenga su consumo porque precisamente al no pasar por los controles que la propia Secretaría de Salud federal exige, puede traer consecuencias graves a su salud”.
Montoya Jara dijo que el consumo de tabaco ha disminuido en los últimos años, pero hay dos grupos de riesgo que han aumentado: los jóvenes y las mujeres.
Un factor que incidió para que bajara el consumo del cigarro comercial fue la entrada en vigor de la Ley General para el Control al Tabaco (publicada el 30 de mayo de 2008 en el Diario Oficial de la Federación), porque se han hecho diversas campañas y medidas legislativas para disminuir el consumo.
Una de las campañas que mayor impacto ha tenido ha sido la aplicación de fuertes impuestos al tabaco, dijo.
En el cigarro, lo que más cuesta no es el tabaco ni la producción, es el impuesto que se le aplica, dijo Montoya Jara, por lo que este tipo de medidas tiende a disminuir su consumo.
Aun así, expresó, todos los fumadores saben que el cigarro daña, “pero si a mí me cuesta barato este producto (“pirata”), entonces es más accesible” para los usuarios, e incrementa su venta. Y al consumirlos aumentan los daños para la salud, agregó.
Luis, de 31 años, comentó que desde hace un año consume los cigarros Sheriff por economía, “salen más bara”, dijo, además de que la única diferencia que tienen con el resto de cigarros legales es que su tabaco es más seco.
Después de un tiempo de estarlos consumiendo notó que le provocaban mucha flema y le resecaban la garganta en comparación con otras marcas comerciales cuya venta sí está permitida, dijo.

La Coespris ‘en las nubes’

Eloy Corral Banda, coordinador regional de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris), dijo que desde 2011 cuando asumió ese puesto él no ha sido la autoridad a la que le corresponde identificar la ilegal importación de los cigarros “pirata” al país.
Adjudicó a la Aduana la responsabilidad de estar al pendiente de la entrada de ese producto al país, así como a la PGR y a la Policía Federal para que puedan hacer los decomisos pertinentes.
“A nosotros, dijo, nos corresponde evitar el riesgo en la salud que provocan esos cigarros (“piratas”)” aunque dijo desconocer qué sustancias contienen ni el daño que provocan en la salud.
Corral reiteró que en la Coespris se desconocen los daños que ocasionan estos cigarrillos en la salud de las personas porque no cuentan con la valoración de un laboratorio donde se determine o identifique cuál es el grado del mal que pueden causar.
Confesó que la Coespris “está en las nubes” en ese aspecto, y las únicas labores que realiza esta dependencia están orientadas en contra del cigarro legal, a través de pláticas o simposios en instituciones sobre las enfermedades que causan.
“Si ya por ende, el cigarro que cumple con las normas y requisitos para su distribución trae consecuencias nocivas a la salud, imagina uno como los Sheriff o Native que son los más comunes en el mercado local”, expresó Corral Banda.
Las cajetillas de cigarros apócrifos Sheriff o Native, que son los que suelen comercializarse en el mercado local, valen aproximadamente 20 pesos con veinte cigarros, y sueltos se venden en un peso, mientras que los paquetes de cigarros regulares o legales andan en 32 pesos en promedio, con 14 cigarros, de acuerdo con comerciantes ambulantes de tabaco de diferentes puntos de la ciudad.
De acuerdo con la Guía de Cumplimiento para la Venta de Productos de Tabaco de la Coespris, hay 12 artículos que mencionan que cualquier producto de tabaco que se comercialice debe reunir varios lineamientos.
Uno de ellos es el artículo 30, el cual menciona que en todo empaquetado y etiquetado externo de los productos de tabaco debe figurar la declaración: “Para venta exclusiva de México”; así como presentación de contenidos, emisiones y riesgos, de conformidad con las disposiciones aplicables que al efecto emita la Secretaría de Salud.
No obstante, las marcas de cigarros mencionadas no cuentan con ninguna de las declaraciones del artículo 30 de la guía de Coespris. Únicamente las cajetillas traen impresa su procedencia (Estados Unidos) y que contiene monóxido de carbono.
El director de la Coespris dijo que la gente que compra estos cigarros lo hace por economía a pesar de todos los ingredientes desconocidos que contengan y aunque les cause daños en la salud.
Agregó que la Coespris no tiene “la facultad para decomisar esos productos a los ambulantes, que es donde existe su comercialización, únicamente la tenemos en negocios establecidos donde no se tiene ese problema”.
Es decir, no pueden decomisar a ambulantes pero a negocios establecidos sí.
Indicó que revisan los establecimientos (centros comerciales) y que sus inspectores en cualquier operativo verifican las condiciones higiénicas de la tienda y de pasada revisan los cigarros.
De haber una infracción (venta de cigarros “pirata”) se les niega el permiso “cosa que no ha sucedido”, afirmó.

Ni PGR ni Aduana informan

Personal de la Procuraduría General de la República (PGR), a través del Centro de Operaciones Estratégicas (COE), informó que el trabajo que se realiza ahí es asegurar la mercancía de contrabando, en este caso de cigarros, que cualquier autoridad ha incautado y lo pone a su disposición para investigar el delito.
Además de que por medio de las denuncias ciudadanas se pueden confiscar productos que ingresen al país de contrabando, pero aclararon que su labor no es andar en las calles decomisando cigarros.
No obstante, en ese centro el personal a cargo no proporcionó datos sobre cuántos eventos o aseguramientos han realizado.
Durante semanas, este medio intentó entrevistar al administrador de la Aduana Fronteriza sobre el aseguramiento de cigarros de contrabando, sin embargo no respondió a los requerimientos.
El último dato publicado por El Diario en torno al decomiso de cigarros “pirata” que pretendían ser ingresados de contrabando, es de 2012, cuando el Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que ese año más de 12 millones de cigarros apócrifos fueron asegurados en la Aduana de Ciudad Juárez.
El organismo fiscalizador reportó que los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2012, cuando un representante del SAT en El Paso, Texas, alertó sobre el cruce de dos tractocamiones que transportaban alcohol y cigarrillos por el puente Zaragoza-Ysleta.
Los productos de tabaco eran de la marca Native.
Este medio también ha publicado fotografías del modo en que los traficantes de cigarros introducen el producto al país, mediante grandes paquetes que, desde la mitad del puente Santa Fe, dejan caer hacia el lecho seco del río, donde ya los esperan otras personas que se encargan de recogerlos y llevarlos a algún lugar seguro.

Ignora Comercio cuántos puntos de venta hay

Salvador Orozco Corral, director de Comercio municipal, dijo que no sabe exactamente cuántos puntos de venta de cigarros que hay en la vía pública de Juárez expenden cigarros “piratas”.
Indicó que tampoco sabe cuántas tiendas de abarrotes hay en la ciudad que puedan vender este tipo de cigarrillos, ya que a la dependencia a su cargo no le compete esa labor, siendo la Dirección de Desarrollo Urbano la que puede otorgar esos datos.
“Yo no regulo las tiendas de abarrotes, entonces no te sabría decir. Lo único que se revisa en las tiendas de abarrotes es que si venden cerveza cuenten con el permiso y uso de suelo, es lo que a mí me toca”, dijo.
Tiendas de abarrotes que venden cerveza, en la ciudad hay mil 200, agregó Orozco Corral.
La Dirección de Comercio tiene a su disposición 26 inspectores que son enviados en grupos de dos o tres que recorren tanto las calles de la ciudad como los mercados.
La dependencia tiene registrados un total de 104 cigarreros ambulantes.
Orozco Corral agregó que se dan cuenta de que la comercialización de cigarros “piratas” es ilegal, pues los ambulantes los esconden cuando ven llegar a los inspectores, pero ellos no tienen facultades de buscar y registrarlos.
“Supongo que los debe de regular Coespris, la Procuraduría General de la República (PGR), autoridades sanitarias y de seguridad, son las que los pueden verificar. Aquí se maneja más el Sheriff, pues dicen que es papel picado, o sea no sé qué tan cierto sea pero dicen que es papel picado”, dijo.
Orozco Corral comentó que los inspectores continuamente realizan rondines en diferentes lugares de la ciudad y cuando detectan a una persona que venda esta clase de cigarros, aparte de pedirle su permiso de comercialización, se los decomisan.
Al cuestionar al titular de Comercio el porqué está prohibida la comercialización de cigarros apócrifos, mencionó que hay una disposición de Coespris que dice que esos cigarros son ilegales, pero dijo desconocer la causa médica o científica para su prohibición.
Según Orozco Corral, los permisos para la venta de cigarros son manejados por centrales obreras como CROC, CTM, CNOP, CRT.
Sin embargo, Eloy Corral Banda, el director de la Coespris quien también es líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), desmintió la versión del funcionario de Comercio, al indicar que al menos la CNOP no está ligada con los permisos para venta de cigarros entre ambulantes.
Las otras centrales obreras no respondieron a los cuestionamientos de este medio.
De acuerdo con Adrián Sánchez, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), en lo que va de la administración actual han tenido cuatro decomisos con seis personas detenidas por la venta de estos cigarros; dos en octubre y dos en noviembre.
Sin embargo, desconoció la cantidad de productos incautados en esos hechos.
Por lo que respecta a la Dirección de Comercio, de octubre a diciembre de 2013 decomisó 308 cajetillas de las marcas apócrifas de cigarros (sobre todo Sheriff), las cuales fueron destruidas y mandadas al Relleno Sanitario de la ciudad.

Sustancias tóxicas

Raúl Montoya Jara, coordinador estatal de Atención a Adicciones, dijo que al no pasar por controles de calidad este tipo de tabaco puede contener más sustancias tóxicas que son más dañinas para el organismo, aunque, al fin y al cabo, cigarro legal o no, dijo, de todos modos va a causar daños a la salud.
De acuerdo con Montoya Jara y la doctora Martha Sánchez, coordinadora de Centros de Atención a las Adicciones en la ciudad, los daños que provoca el tabaco legal o no legal, son numerosos.
Cada cigarrillo posee entre 7 y 20 miligramos de alquitrán y produce 80 centímetros cúbicos de monóxido de carbono que reduce en 10 por ciento la capacidad de transporte del oxígeno sanguíneo.
Cuanto mayor es el número de cigarrillos y más prolongado es el tiempo del fumador, mayor será el daño de la salud. Y lejos de creer que la pipa no supone riesgos, los puros y la pipa son igualmente perjudiciales.
El consumo del cigarro (legal) atrofia el nervio óptico, acelera el proceso de la osteoporosis en los huesos, genera gastritis y úlceras en el estómago, además produce disfunción eréctil, dificultad para respirar, alteraciones del sueño y psicológicas, caída de cabello, entre otras.
Los ataques cardiacos son tres veces más comunes en fumadores y en el caso de quienes fuman más de un atado diario el riesgo es cinco veces mayor.
Cuando las enfermedades cardiovasculares generadas por el consumo de tabaco conviven con la diabetes, la hipertensión arterial, las dislipemias, la obesidad, la ingestión de anticonceptivos y el estrés, los riesgos de sufrir un ataque aumentan de manera considerable.
Los enfisemas y la bronquitis crónica es causa de muerte en países desarrollados y ocurre seis veces más en adictos al tabaco, se informó.
Fuentes del sector Salud indicaron que es probable que los cigarros ilegales puedan estar contaminados con fertilizantes o elaborados con sustancias que pueden ser aún más dañinas para la salud. (Iván Lucio Alvillar/El Diario)

ilucio@redaccion.diario.com.mx

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