Alejandra Gómez/Iván Lucio
El Diario
Por el tradicional Domingo de Pascua miles de personas acudieron a los parques de la ciudad para disfrutar en familia y saturaron desde muy temprana hora El Chamizal y las áreas verdes aledañas, mientras que en el Parque Central el día comenzó con poca afluencia pero a mitad del día se disparó la llegada de visitantes.
Debido a la enorme concurrencia que hubo en El Chamizal, el espacio disponible se terminó temprano y algunos hicieron su día de campo en los camellones.
Desde muy temprano comenzaron a llegar, incluso hubo quienes pernoctaron en el lugar o acudieron desde las 5 de la mañana para apartar un espacio.
Este último caso fue el de la familia Robles, comprendida por más de 30 integrantes, quienes enviaron a algunos de ellos antes de que el sol saliera para asegurar un sitio dónde cocinar y jugar.
“Todos los años llegamos desde bien temprano, ahora batallamos para encontrar estacionamiento pero sí hallamos”, dijo Ignacio Robles, de 60 años, mientras daba vuelta a los alimentos en el asador.
El estacionamiento principal del Chamizal quedó sin cupo antes de las 10 de la mañana por lo que elementos de la Dirección General de Tránsito coordinaron el flujo vial y dirigieron a los conductores a los cajones disponibles en el estadio Benito Juárez, en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración, y en los campos deportivos.
En la entrada principal al área de El Chamizal, entre la avenida Heroico Colegio Militar y la calle Costa Rica, se desplegaron 10 oficiales de Tránsito desde las 7 de la mañana para dar acceso a los visitantes e indicarles los estacionamientos disponibles ya que se buscó evitar que el exceso de automóviles obstruyera el paso de las unidades de Rescate y Emergencia.
Después del mediodía la concurrencia de paseantes al parque más grande de la ciudad continuó y aunque los vehículos no pudieron acceder, la gente cargó sus pertenencias y buscó por varios minutos un lugar para convivir con su familia.
El Domingo de Pascua contó con eventos musicales, juegos mecánicos, funciones de lucha libre, paseos en caballo y hasta en unidades de bomberos, también hubo un show de rodeo con vaqueros y ovejas, pero lo más interesante para los niños fue la tradicional búsqueda de los huevos de Pascua.
Cada familia eligió los árboles más cercanos a su área de descanso e incluso sus artículos personales para esconder los huevos decorados con distintos colores, los cuales prepararon desde unos días antes o compraron en el lugar por un peso cada uno.
Entre los principales incidentes que se registraron por los festejos de Pascua se encuentra las quemaduras que sufrió un niño al manipular el fuego en un asador, además de varios golpes en menores de edad ocasionados por caídas, informó el titular de la Dirección de Protección Civil, Fernando Motta Allen.
También hubo varios casos de niños que se perdieron momentáneamente entre la multitud, pero que con ayuda de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y el voceo en las instalaciones de sonido, fueron localizados sin percance, dijo Motta Allen.
La dependencia estimó la asistencia de más de 20 mil personas antes del mediodía, pero avanzada la jornada el número se disparó, “no sé cuántos serán, pero hay un mar de gente en el lugar”, agregó.
Mientras tanto, miles de familias llevaron asadores, bicicletas, huevos rellenos de confetti, así como una variedad de antojitos, ayer al Parque Central poniente.
Aunque la afluencia antes de las 9 de la mañana fue baja, a comparación de años pasados, en el transcurso del día incrementó considerablemente el número de asistentes.
Maribel Posada, directora del lugar, comentó que al mediodía se estimó un aproximado de 5 mil visitantes.
El estacionamiento que se encuentra a un lado del Gimnasio de Bachilleres, dentro de las mismas instalaciones del centro recreativo, a las 10 de la mañana se llenó, dijo la directora.
Comerciantes que se encontraban en el sitio, manifestaron que a comparación de años pasados, ayer comenzó “flojo”.
“El año pasado para las 9 de la mañana en esta misma fecha ya estaba lleno. Esperemos que la gente no se haya asustado por la lluvia del sábado y continúen llegando”, dijo un comerciante de frappés.
Cabe señalar que por motivo de dicho día, las autoridades del parque extendieron el horario de 7 de la mañana a 10 de la noche, se informó.
Ivonne Domínguez, asistió al lugar junto con su hija y seis miembros de su familia, indicó que llegaron a las 10 de la mañana al parque y que tenían pensado retirarse como a las 6 de la tarde.
Añadió que desde un día antes se organizaron para decidir qué iban a llevar de comer cada quien; a ella le tocó pastel de atún.
Todas las familias que asistieron ayer, fueron recibidas por los “anfitriones” del Parque Central poniente, más de mil aves entre las que se encuentran patos canadienses, gansos, grullas, pavorreales, avestruces, además de tortugas, peces, un venado y por supuesto Modesto, la jirafa.
Posada dijo que para las 3 de la tarde tenían registrados a unos 23 mil visitantes, superando la expectativa que tenían, ya que consideraban atender entre 20 y 22 mil asistentes.
Además comentó que para esa hora todos los estacionamientos se encontraban saturados, es decir, unos mil 250 cajones de aparcamientos y por ese motivo habilitaron un terreno que se encuentra aledaño al lugar.
Agentes de las diferentes instancias de gobierno estuvieron presentes ayer para resolver cualquier percance, desde ambulancias hasta Tránsito.
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