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Los ‘soplones’

Luis Chaparro
El Diario

2014-04-19

A lo largo de los últimos años, El Diario ha recabado testimonios de algunos informantes y testigos protegidos de la Agencia Antidrogas (DEA), así como de la Fiscalía Federal estadounidense. A continuación, algunos ejemplos de los casos más significativos al respecto.

El delator de ‘El Chapo’
Guzmán

El pasado 13 de abril fue entrevistado “Alfonso”, un hombre que fue testigo clave para la captura de Mario Núñez Meza, alias “El Mayito” o el “M-10”, y de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y quien ahora enfrenta la deportación de su esposa.
“Alfonso” asegura que de no dar más información a las autoridades federales estadounidenses, él será el próximo en ser expulsado del país, junto con los otros tres miembros de su familia, con el riesgo de ser asesinados.
“Alfonso”, el nombre con el que se identifica al testigo protegido del Gobierno de Estados Unidos, fue quien entregó el teléfono celular mediante el cual se pudo localizar a “El Chapo” Guzmán en Mazatlán. Era hasta agosto pasado un médico que atendía en un hospital de Ciudad Juárez a los miembros del Cártel de Sinaloa heridos en el estado de Chihuahua. Ahora, “Alfonso”, quien fue protegido del Gobierno de EU hasta que tuvo información qué proporcionar, enfrenta la expulsión y, por consecuencia, la muerte.
“Los agentes me pidieron (preguntaron) que si tenía más información y les dije que sí, que podía darles la información de cómo encontrar al Chapo”, relata.
El médico afirma haber conocido a Angélica Ortiz Coronel, prima de Emma Coronel, la ciudadana estadounidense casada con Guzmán Loera. “Ella me dio los teléfonos de Emma Coronel, uno fijo y un celular, yo sabía que mediante ella podrían encontrar al Chapo y efectivamente así fue”, contó a El Diario.
El informante mostró al reportero los mensajes de celular enviados al agente Muñoz con los teléfonos de contacto de la pareja de “El Chapo”. Tras una llamada al celular del agente Daniel, encargado del caso, luego de que Muñoz se retirara hace unas semanas, se confirmó la versión de “Alfonso” respecto a la información entregada.
El agente especial dijo no poder hablar con el reportero, sin embargo, confirmó ser el agente a cargo de “Alfonso” como testigo protegido de la DEA. De acuerdo con los mensajes de celular entregados y a los documentos en posesión del abogado de “Alfonso”, el 15 de enero se dio la primera información para la captura de “El Chapo”.
El 22 de ese mismo mes, “Alfonso” se reunió con los agentes especiales a cargo identificado como Saúl, Daniel y el supervisor de la DEA John W. Jewett en las instalaciones del Departamento de Justicia, ubicadas sobre la calle Mesa Hills en el lado oeste en El Paso, Texas, para hacer un reporte oficial sobre la información entregada.
“Alfonso” dijo ayer que los agentes de la DEA a cargo de su caso comenzaron a apoyarlo en la situación migratoria de su esposa a raíz de una reunión a la que fue citado la semana pasada respecto a la publicación de su caso en este medio.

Infiltró a los Carrillo
Fuentes

En 2013 El Diario obtuvo información de otro hombre quien, a petición de la DEA a cambio de una reducción de condena tras ser aprehendido por tráfico de substancias controladas de Ciudad Juárez a El Paso, Texas, infiltró al Cártel de los Carrillo Fuentes. Sin embargo, él también afirma haber sido traicionado por la agencia antidrogas exponiendo su vida y la de su familia.
En octubre de 2009, este hombre, identificado como “Pérez Villalpando” fue arrestado en un cruce internacional luego de que intentaba traficar un cargamento de cocaína al país. Su sentencia era pasar más de 5 años en una prisión del Condado de El Paso, pero sólo pasaron tres meses para que volviera a recorrer el bajo mundo de Ciudad Juárez. Ahora es uno de los informantes más valiosos de la DEA.
Pérez ha colaborado con la Agencia Antidrogas desde 2009 y su tiempo como informante se agota. Su familia cercana recibió la ciudadanía, dice, y se encuentra en el país en un lugar seguro. Lo que hará después de terminar su “arreglo” no lo revela.
“He infiltrado a narcos pesados en Juárez y trazado toda la ruta que sigue la droga desde Guatemala hasta Ciudad Juárez. Toda esa información la he proporcionado a la DEA”, afirma Pérez.
Dice haber incluso presenciado el supuesto accidente automovilístico que sufrió Juan Pablo Ledesma, “El JL”, líder de La Línea, el brazo armado del Cártel de los Carrillo Fuentes.
“Para eso me hice pasar por un sin hogar. Me reportaron que se había accidentado el JL, que había chocado su Cherokee contra un camión de transporte público. Llegué al lugar vestido en harapos y confirmé que era él el que iba todo malherido. Pero los agentes no actuaron”, platica Pérez, visiblemente alterado.
No obstante, dice que los riesgos que ha tomado para informar a la Agencia Antidrogas no han sido suficientes para ganar la plena confianza de la dependencia.

El que demanda a EU

A mediados del año pasado, un ex informante que trabajó para varias agencias federales estadounidenses en Ciudad Juárez presentó una demanda en contra de varios agentes de la Oficina de Migración de los Estados Unidos (ICE), del cuerpo del Sheriff en Texas, de la agencia antidrogas (DEA) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Guillermo Eduardo Ramírez Peyró, un ex policía federal mexicano, trabajó para la organización de los Carrillo Fuentes en Ciudad Juárez desde inicios del año 2000. Ramírez fue el encargado de dar seguridad a la llamada “Casa de la Muerte”, una vivienda en la calle Parsioneros, número 2633 en Ciudad Juárez, donde se encontraron alrededor de 20 cuerpos en una sola fosa clandestina, presuntas víctimas de la misma organización.
Entre agosto de 2003 y enero de 2004, Ramírez ofreció a ICE información, videos y ubicación que llevó al arresto de más de 50 personas del Cártel de los Carrillo Fuentes, inmiscuidos en la “Casa de la Muerte”. Sin embargo y a pesar de un intento de homicidio en contra del informante, los agentes no actuaron para proteger su vida, y eventualmente intentaron su deportación, según entabla la demanda, presentada en una corte federal en Nueva York.
“Tanto ICE como el Departamento de Justicia sabían de estas ejecuciones, tanto a través de celulares intervenidos y de la información proporcionada por Ramírez Peyró. Luego de cada ejecución, pidió que la operación fuera terminada y se procediera con las detenciones, sin embargo, fue obligado a continuar su trabajo encubierto”, dice la demanda.
lchaparro@diariousa.com
 

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