Iván Lucio Alvillar
El Diario
“Los niños seguirán comiendo tierra”, dice Jovita Payán, fundadora del comedor infantil Mundo de Paz A.C., ubicado en la colonia José Sulaimán, al suroriente de la ciudad. El anterior comentario fue porque el martes pasado personal de la Dirección de Asentamientos Humanos les dijo que pararan construcciones en esa zona ya que primero se tenía que protocolizar y evaluar si existía riesgo para los colonos.
Aunque el comedor aún no está terminado porque faltan recursos para concluirlo, personas que ayudaban con esta labor seguían trabajando hasta el martes en la construcción del lugar y recabando donaciones, dice Payán.
Hasta el momento tienen construida la estructura de las paredes que está hecha de block, por lo que al parar la edificación de ese merendero, 60 infantes aproximadamente tendrán que esperar un estimado de mes y medio para recibir alimentos y servicios médicos.
Por eso la frase de Payán de que “los niños seguirán comiendo tierra”, pues las instalaciones de ese comedor no cuentan con puertas ni techo, y aun así han prestado ese servicio comunitario, pero con la noticia de dicha dependencia se prolongará más la espera para finalizar ese proyecto, que pretenden convertir en un albergue.
Esta asociación se formó en el 2008 con el propósito de ayudar a la infancia de Ciudad Juárez que fue la más afectada con la violencia que azotó a la urbe en ese periodo, y los niños fueron los más perturbados con esa situación, dice Payán.
Platica la fundadora que por ello, este grupo de gente brindaba apoyo a los infantes de las colonias o lotes baldíos donde hubo más violencia. A esos lugares llegaban y se instalaban con carpas para ofrecer comida a los pequeños.
Añade que hace dos años estaban instalados en la colonia Granjas de Chapultepec, posteriormente en el 2013, el presidente municipal, Héctor Murguía Lardizábal, a través de la Asociación de Boxeadores, les donó ese predio junto con la carta de posesión y es allí donde ahora se albergan.
“No me interesa si es un asunto político. Aquí lo único que se pretende hacer con un lugar como éste, es que los niños no sólo llenen su estomaguito, sino brindarles un mejor futuro y que descubran su talento”, expresa Payán.
Actualmente, el grupo de personas que se unió en el 2008 por un fin en común, ayudar a la niñez, ya está registrada como asociación y la forman aproximadamente 20 personas de Juárez y El Paso, Texas.
Payán agrega que a pesar de estar formalizados como asociación, aún no les entregan la carta donatoria, que es el documento donde pueden dar el deducible a las empresas que quieran apoyar en su proyecto.
Payán comenta que todavía les faltan unos 100 metros de loseta, cemento, varilla, entre otros materiales de construcción.