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Han sido asesinadas y calcinadas 40 personas en cuatro años aquí

Luz del Carmen Sosa
El Diario

2014-04-17

“La quemamos para borrar evidencias”, soltó Karen frente a decena de reporteros que le preguntaron por qué quemó a su madre adoptiva y a la mujer que siempre la trató como su hermana pequeña.
La adolescente fue quien fraguó el doble crimen y colocó las bolsas de plástico a las dos mujeres para asfixiarlas. Ella ordenó a su pareja sentimental y a un amigo llevarlas a un lote baldío para quemarlas y con eso retardar las investigaciones, lo que le funcionó, pues los agentes tardaron varios días en identificar a las víctimas y luego en aprehenderlos.
Este doble asesinato, registrado en marzo pasado, fue el último caso documentado por la Fiscalía General del Estado (FGE) en la zona norte en el que los asesinos deciden terminar totalmente con las víctimas y emplean el fuego como mecanismo de destrucción de los cuerpos.
Datos oficiales revelan que en los últimos cuatro años han sido asesinadas y calcinadas 40 personas, solamente en esta frontera.
Cinco víctimas más quedaron calcinadas en incendios y accidentes viales, dio a conocer la Fiscalía.
La FGE dio a conocer, en respuesta a una solicitud de información con el folio 033662014, que del mes de enero del 2010 a marzo del 2014 un total de 131 fueron fueron calcinadas.
45 casos corresponden a la zona norte; 30 a la zona sur; 29 en la zona occidente y 27 en la zona centro
Aunque los crímenes donde las víctimas son incineradas en busca de retardar las investigaciones, resultan sorprendentes por la crueldad extrema empleada para privar de la vida a otro ser humano.
Sin embargo, resulta todavía más asombroso que, en la gran mayoría de estos crímenes, quienes los cometen son personas muy cercanas a las víctimas, dijo el criminólogo Óscar Máynez.
El Servicio Médico Forense informo que en algunos cadáveres la causa de la muerte no se relaciona con el mecanismo de destrucción del cuerpo.
“Otros, por el estado de destrucción del cadáver, no fue posible determinar la causa de muerte”, cita el texto que fue entregado vía Infomex con fecha del 14 de abril.
El documento destaca la ubicación geográfica de los puntos donde fueron localizados los cuerpos calcinados y en todos ellos coinciden tres factores: ausencia de patrullaje preventivo, falta de alumbrado público y la poca población.

‘Llamamos a la Cipol,
pero no quisieron venir’

El archivo periodístico establece que el 2010 fue el año que registró el mayor número de homicidios dolosos en Ciudad Juárez y las 24 horas primeras horas del año iniciaron con el hallazgo de dos cuerpos calcinados en diferentes puntos de la ciudad.
El primer caso fue en la carretera a Casas Grandes, justo a la altura del kilómetro 29 más cuatro al sur, sobre una brecha.
De acuerdo a los datos recabados en el lugar de los hechos, los vecinos de la colonia Desierto de la Colina reportaron al 089 el hallazgo de un cuerpo quemado.
“Llamamos a la Cipol, pero no quisieron venir”, afirmó el vecino, quien optó por llamar a los medios de comunicación para presionar a la autoridad para que acudiera a realizar el levantamiento del cadáver.
El ciudadano condujo a los reporteros hasta el lugar donde estaba el cadáver y tras notificarse a los agentes municipales, poco a poco empezaron a llegar las autoridades competentes al lugar de los hechos.
La persona quedó carbonizada boca arriba sobre la vía pública. Se observó que sobre el cuerpo tenía un neumático y que le faltaba una pierna.
Las personas que encontraron el cuerpo aseguraron que los perros del lugar se habían devorado parte del cadáver calcinado.
“Cuando calcinan un cuerpo, lo primero que se pretende es dificultar la identificación de la persona. En una investigación el primer paso es identificar a la víctima, si no sabes quién es no sabes dónde empezar la investigación y aunque puedes rescatar la dentadura, la cual resiste altas temperaturas en México no existe mucha cultura sobre el registro de los dientes y prácticamente no te sirve de mucho ese elemento”, dijo el criminólogo Óscar Máynez.
“Otro elemento es el ADN y en este caso tienes que buscar con qué lo vas a comparar, y esto es factible cuando alguien interpone la denuncia por desaparición de persona y entonces ahí ya tienes los elementos para hacer los comparativos”, dijo.
El especialista en la conducta criminal dijo que el principal objetivo del homicida para calcinar un cuerpo es dificultar las investigaciones generales. Sin embargo, dijo, algo sorprendente es que quieren dificultar las investigaciones porque son personas cercanas a las víctimas.
“Piensan que jamás te van a investigar y eso es porque realmente es alguien cercano a la persona fallecida”, afirmó.
El último ejemplo es el caso de madre e hija asesinadas por la hija adoptiva, quien según ella cometió el crimen porque quería dinero para su bebé, ya que estaba embarazada.
Otro caso fue el de Ruby Marisol Fraire, quien fue asesinada por su esposo Sergio Barraza, quien calcinó el cuerpo y posteriormente lo sepultó. En este caso, el Ministerio Público dio a conocer que por el grado de destrucción del cuerpo, no se estableció la causa de muerte de la joven madre de familia, por lo que no quedó plenamente configurado el delito de homicidio.

Los puntos

La relación de lugares donde han localizado cuerpos calcinados que proporcionó la Fiscalía General del Estado establece que se trata de parajes solitarios, con poco acceso a los servicios públicos y la vigilancia policiaca. Las brechas carreteras, así como los lotes baldíos prevalecen en ciudad como Juárez.
Otros casos fueron cerca del entronque a Puerto Palomas de Villa y brechas cercanas a comunidades ejidales del Valle de Juárez
La zona suroriente de la ciudad, donde existen varios fraccionamientos de reciente creación y muchos de ellos abandonados, también se han convertido en lugares estratégicos para abandonar y calcinar cadáveres de acuerdo al listado oficial de la FGE.
lsosa@redaccion.diario.com.mx

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