Alejandra Gómez
El Diario
Desde el Domingo de Ramos la mayoría de las parroquias de la ciudad cubrieron con telas moradas las principales imágenes religiosas a su interior, esto será así hasta el Viernes Santo cuando la imagen de Jesucristo crucificado sea descubierta poco a poco hasta ser desvelada al llegar la noche.
No es una práctica obligatoria para las iglesias, sino sólo una recomendación para que los fieles “no se dejen llevar por la devoción a imágenes, sino que se centren en Cristo”, explicó el obispo Renato Ascencio León.
Además explicó que durante la ceremonia litúrgica que se realice el Viernes Santo, ya que no se llevarán a cabo misas, la imagen será descubierta poco a poco hasta que al llegar la noche esté totalmente destapada y así amanezca para el Sábado Santo.
“Es un símbolo que representa la muerte de Cristo”, señaló el padre Aristeo Baca, quien predica en la iglesia Santa María de la Montaña, de la colonia del mismo nombre.
El cubrir las imágenes religiosas durante el periodo de liturgia da sobriedad al interior de las parroquias y representa el carácter de recogimiento y penitencia.
Esto termina durante la Vigilia Pascual cuando las personas asisten con velas a sus iglesias como un símbolo de que “van descubriendo la luz de Cristo”, hasta concluir con todo encendido y descubierto en la Resurrección.
Sin embargo no es una actividad que se lleve a cabo en todas las iglesias ni de la misma manera, en el caso de la Catedral sólo el Cristo crucificado y la imagen de la Virgen están cubiertos, el resto de las imágenes permanecen descubiertas.
En otras parroquias sí se optó por tapar todas las figuras o retratos religiosos, incluso hay lugares en los que la acción se llevará a cabo hasta el Viernes Santo cuando tiene lugar la Muerte de Cristo.
Cuando se realiza desde el inicio del periodo litúrgico de Semana Santa se pretende representar el acompañamiento de los fieles a Cristo durante su Pasión. (Alejandra Gómez/El Diario)
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