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Los rostros juarenses de Cristo

Alejandra Gómez
El Diario

2014-04-12

A paso lento y con un gran peso sobre la espalda, el próximo viernes en las calles de Ciudad Juárez tres jóvenes revivirán un pasaje de la historia bíblica: cada momento sufrido por Jesús desde la aprehensión hasta su crucifixión y muerte.
El Viernes Santo, Humberto, Abel y Luis mudarán su vestimenta y personalidad que los caracterizan para representar en un Viacrucis viviente la Pasión y Muerte de Jesucristo a través de las 15 estaciones.
Correr por las mañanas en la pista del Estadio 20 de Noviembre y dar lectura continua a la Biblia fue la preparación diaria que adoptó Humberto Vázquez, de 26 años, para el viernes 18 de abril dar vida una vez más al camino de la cruz.
Humberto es estudiante del cuarto semestre de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, carpintero y, durante una vez al año, el ‘hijo de Dios’.
Esta será la tercera vez consecutiva que Humberto caracterice a Jesucristo, la primera ocasión fue cuando asistía a Santa María de Lima, luego tuvo la oportunidad de integrarse al Viacrucis más grande que se representa en esta localidad, en Santa María de la Montaña.
Parte de su preparación es dejarse crecer el cabello y la barba para asemejar el rostro de Jesús, pero también ejercicio físico que le permita sobrellevar el peso de más de 50 kilos de una cruz de madera y caminar con ella bajo los rayos del sol una distancia de aproximadamente 3 kilómetros.
“Es una bendición para mí dar a conocer a Jesús y que la gente tenga la oportunidad de contemplar su amor”, dijo mientras realizaba una rutina de ejercicio en las máquinas del Estadio 20 de Noviembre.
Pero no sólo el sacrificio físico es parte de su preparación, el aspecto más importante es el espiritual, el cual alimenta a diario a través de la lectura continua del texto sagrado, la oración y su estancia en soledad.
Desde enero la vida de Humberto se dividió entre sus estudios matutinos en la universidad, horas de entrenamiento en el estadio y toda una tarde en el trabajo que hace años practican sus padres y al cual él da continuidad desde los 13: la carpintería.
“Cada vez que cargo la cruz siento que llevo conmigo los problemas que hay en la ciudad y le pido a Dios que los repare porque me duele ver cómo está la gente y sobre todo los jóvenes”, dijo al cuestionarle en qué piensa cada vez que se desprende de la persona que es para personificar a Jesús en el Viacrucis.
Su acercamiento a las parroquias en que ha caracterizado al hijo de Dios siempre fue con la intención de pedir una oportunidad para expresar y vivir en carne propia lo que sintió Jesús.
El próximo viernes Humberto portará una túnica blanca, un manto, un taparrabo y par de sandalias, además de una corona de espinas y una pesada cruz de madera.
Desde que inició enero él y otros miembros de la parroquia Santa María de la Montaña, en la que predica el padre Aristeo Baca, practicaron sus ensayos previos a la representación del Viacrucis cada domingo de 9 a 11 de la mañana, los entrenamientos terminaron y ahora sigue un lapso de retiro para quienes personificarán el pasaje bíblico, “después siento nostalgia, pero vale la pena”, dijo Humberto.
El camino de la cruz que escenificarán los fieles de la iglesia Santa María de la Montaña, ubicada en la colonia del mismo nombre, comenzará a las 10 de la mañana en la parroquia y concluirá, después de un recorrido de tres kilómetros por el bulevar Zaragoza y la avenida de Los Aztecas, a las faldas del cerro.
Al igual que Humberto, Abel Pérez Mendoza, de 23 años, encarnará la Pasión y Muerte de Cristo el próximo viernes, pero lo hará en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de la colonia Cuauhtémoc.
Abel también estudia una carrera en ingeniería mecatrónica en la UACJ, pero lo hace en las tardes porque durante la mañana trabaja como practicante en una maquila y al salir se prepara físicamente para el Viacrucis en un gimnasio.
Ésta será su segunda participación en la caracterización del pasaje, pero su primera vez en personificar al personaje principal, en dos años pasará de haber representado a un soldado a ser Jesucristo.
La oportunidad la consiguió cuando sus tutores en la parroquia notaron su desempeño durante las confirmaciones y la personalidad alegre que lo distingue, así que desde su elección tuvo que dejarse crecer el cabello y la barba para asemejar la figura del hijo de Dios.
Pero el verdadero sacrificio lo hace con una constante preparación física, ejercicios de hombro y pierna para soportar el tiempo en que llevará a cuestas la pesada cruz, además de concentración espiritual para “seguir los pasos de Jesús por medio de la soledad y la oración”.
Al igual que Humberto, Abel y los fieles de su iglesia realizaron ensayos desde inicios de enero y conforme se acercó la fecha llevaron a cabo cinco en las calles aledañas a la parroquia, donde representarán la dramatización.
“No me gusta la barba, pero me la he dejado crecer, tampoco acostumbro a usar el cabello largo, por eso cuando esto acabe me haré un corte”, dijo a unos días de personificar a Jesús.
El próximo viernes, además de una cruz de madera sobre su espalda, también llevará en su mente el pensamiento constante de “¿Qué sintió Jesús?” y para lograr concentración hará un retiro con sus compañeros, con la intención de unirse como equipo y entender el significado del viacrucis, explicó.
La dramatización en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús se llevará a cabo a las 11 de la mañana y partirá de la calle Mejía, a la altura del cruce con Constitución.
Uno de los más jóvenes que también escenificará por las calles de la ciudad las 15 estaciones por las que pasó Jesucristo es Luis Ángel Ortega, quien por primera vez participará en un Viacrucis y lo hará bajo la caracterización principal.
Luis es estudiante del segundo grado en la Secundaria Estatal 16, asiste desde hace 7 años a la iglesia Jesús Maestro, de la colonia Córdova Américas, para servir como monaguillo en las misas de domingo y actualmente realiza su confirmación.
“Un día estaba en la iglesia tocando algunos instrumentos cuando llegaron y me dijeron que iba a ser Jesús en el viacrucis de este año”, contó el adolescente que a diferencia de Humberto y Abel no dejó crecer su cabello y barba porque en su escuela no se lo permitieron.
A pesar de que llevó a su escuela una carta en que se explicaba el papel que representaría y se pidió permiso para que se dejara crecer el cabello, los directivos de su plantel se lo negaron así que tuvo que cortar los pocos centímetros demás que logró tener.
Aunque ha entrenado continuamente y realizado caracterizaciones de la escena que dramatizará el próximo viernes, Luis aún no sabe cuántos kilos pesa la cruz que cargará por varios minutos, pero aun así se ha preparado con carreras y ejercicio de pesas.
Los fieles de la parroquia Jesús Maestro que personificarán el viacrucis a las 9 de la mañana durante el Viernes Santo son aproximadamente 20, contando algunos pastores e incluso ovejitas.
“Mis padres me apoyan, me dijeron que era un honor y que tenía que prepararme muy bien no sólo físicamente, también de forma espiritual”, dijo y explicó que cada día ora para que no haya contratiempos durante la presentación.
Humberto, Abel y Luis darán vida una vez más a un pasaje de la historia bíblica, tradición que los fieles de la Iglesia católica realizan cada año durante el Viernes Santo, momento del periodo litúrgico en que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
(Alejandra Gómez/El Diario).

agomez@redaccion.diario.com.mx

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