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Lanzan campaña de denuncia de abusos en población de Guadalupe y Calvo

Lourdes Díaz López
El Diario

2014-04-12

Ayer un grupo de indígenas de Choréachi, municipio de Guadalupe y Calvo, con el apoyo de la asociación civil Alianza Sierra Madre inició la campaña “¡Justicia Ya! Para Choréachi”, tras ya varios meses de venir denunciando su lucha por el reconocimiento de su territorio, la tala ilegal de su bosque, la persecución hacia autoridades indígenas, agresiones de tipo sexual a mujeres, y el asesinato de Socorro Ayala Ramos y Jaime Zubías, integrantes de la comunidad, hechos debidamente denunciados ante la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.
La asociación civil publicó ayer que el objetivo de la campaña es difundir la lucha que durante años han sostenido los habitantes de Choréachi para defender su territorio y su bosque, y conseguir la solidaridad de la sociedad para lograr la intervención inmediata de las instituciones competentes del Estado mexicano.
La información detalla que Choréachi es un pueblo rarámuri localizado en el municipio de Guadalupe y Calvo, entidad donde habitan más de 800 personas en 50 diferentes ranchos y rancherías donde conservan sus prácticas culturales como sistema de gobierno, idioma y concepción del mundo. Sin embargo, esta comunidad no cuenta con el reconocimiento legal de su territorio ancestral.
Desde el pasado 3 de febrero ingresó maquinaria pesada a su territorio para abrir una brecha de cuatro metros de ancho por seis kilómetros de longitud para extraer madera, destruyendo parcelas de cultivo de una familia, cercas y vegetación forestal. Fue a partir del 18 de febrero que las personas que ingresaron comenzaron a talar los pinos y sacar los rollos de madera por las noches en camiones troceros presuntamente contratados por un maderero de la localidad. La denuncia es que la tala de los pinos se está haciendo de forma ilegal y las personas que conducen los vehículos para la extracción de los pinos se encuentran fuertemente armadas, atemorizando con ello a los hombres y mujeres.
Hasta antes de que Semarnat otorgara los primeros permisos de aprovechamiento forestal, Choréachi albergaba más de 20 mil hectáreas de bosque virgen de pino-encino (uno de los últimos reductos en la Sierra Tarahumara), el cual es hogar de una gran diversidad de plantas medicinales y comestibles.
El comunicado relata que se han documentaron 49 especies de fauna con alguna categoría de conservación: endémicas, en peligro de extinción, amenazado, raro y con protección especial, nueve ríos y arroyos con aguas perennes, 17 ciénegas, y 9 manantiales en un área de 30 kilómetros cuadrados.
Los rarámuris de Choréachi han sostenido una lucha durante más de 40 años para el reconocimiento de su territorio ancestral. La lucha inició con acciones administrativas ante lo que era el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, después ante la Secretaría de Reforma Agraria y desde la década de los noventa en los tribunales agrarios, donde han demandado, además del reconocimiento legal de su territorio, la protección de sus bienes naturales, el pleno ejercicio de su derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado.

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