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Señalan fallas oficiales en resguardo de Nohemí

Martín Orquiz
El Diario

2014-03-14

El suicido de una niña migrante de ocho años ocurrido en un albergue, es una gran falla de las autoridades que debieron resguardarla y, en todo caso, detectar los indicios que expresan las personas que pretenden quitarse la vida, indicaron expertos en la conducta humana.
El criminólogo Óscar Máynez Grijalva consideró que es necesario que se investigue, pues la menor debió estar en mejores condiciones emocionales bajo el resguardo del Gobierno, lo que aparentemente en este caso no ocurrió.
Manifestó que el suicidio infantil es en fenómeno que se registra con poca frecuencia en un país como México y es más común en países como Japón, donde los niños enfrentan ansiedad debido a las altas expectativas que tienen sus padres.
“Que ocurra aquí es una situación rara, no estoy acusando, pero debe haber una investigación profunda para establecer lo que sucedió”, dijo.
El profesionista indicó que la acción que llevó a cabo la niña, identificada como Nohemí Álvarez, no se esperaba, pero pudo enfrentar una gran desilusión por no estar con sus padres.
Además, lo que ocurrió tendría una explicación si la menor padeciera algún trastorno emocional, un dato con el que no se cuenta.
Acerca de la versión que indica que la niña se quedó muy angustiada después de ser entrevistada por personal adscrito a la Procuraduría General de la República (PGR), Máynez Grijalva opinó que existen técnicas de entrevista para infantes, la cual se debe realizar por alguien preparado para dejar a la afectada en mejor condición en la que fue encontrada, no al contrario.
“No entiendo cómo podría la niña estar más perturbada, luego de ser abandonada, lejos de su abuela, cuando un extraño se la lleva, cómo se manejó la situación”, declaró.
Consideró que una niña de ocho años ya tiene un control de sus emociones, aunque nadie se imagina que podría atentar contra su vida debieron resguardarla y estar atentos a indicadores que establecieran su estado emocional, por ejemplo si no come, no duerme o está angustiada.
“Es una falla terrible del Estado en el manejo que se le dio, nadie espera que se suicide, pero no la valoraron bien, eso es lo mínimo que debieron establecer, qué grado de miedo le metieron para que tomara esa decisión”, expresó.
Por su parte, la sicoterapista Marisela Flores Medina manifestó que la situación de Nohemí es muy delicada y aunque cada caso es único siempre tienen características multifactoriales.
“Inciden muchas aristas en el hecho, la personalidad, el temperamento, la educación, hasta factores sociales, la pobreza extrema, los cambios, la violencia; todo sin descartar que tuviera alguna situación siquiátrica o neurológica, que son factores fuertes para una disposición al suicidio, es un riesgo latente”, explicó.
La profesionista visualizó algunas situaciones sicológicas que muy seguramente estaba pasando la menor, tales ansiedad y depresión, factores que en este tipo de casos de suicidio son muy comunes a cualquier edad.
“El miedo al futuro causa ansiedad, desesperanza y depresión, lo que se traduce con tristeza que tiene que ver con el pasado, ese estilo de vida que tenemos más allá de la condición social, es como un estilo de vida de no estar viviendo en el presente, sino en el futuro, que son como cosas muy recurrentes”, enfatizó.
Los cambios, señaló, afectan a las personas, principalmente a los niños. Un viaje, un cambio de ciudad, si probablemente hubo agresiones, la sensación de abandono al estar con alguien que no es ser querido, son muchas situaciones que afectan.
Pero, de una forma muy general, hay tres factores que consideró importantes en el fenómeno del suicidio infantil, que son causas muy esenciales que se encuentran siempre en casos de niños que se quitan la vida.
“El egocentrismo es una característica usual en los niños, si pasa algo bueno lo viven intensamente, pero también si pasa algo malo pueden creer que son responsables, como si todo mundo girara en torno a ellos, es una característica natural de la etapa de desarrollo”, agregó.
Es difícil, agregó, comprender qué es la felicidad para un niño, aunque tienen características muy obvias, si vive infeliz puede llevarlo al suicidio.
Otro factor recurrente en este tipo de hechos es la falta de herramientas para enfrentar y superar el dolor, el que se busca evitar a veces con mentiras, pero el hecho de no prepararlos a algo tan natural los lleva a la ansiedad y depresión.
En el caso específico de Nohemí, dijo Flores Medina, era importante que hubiera una “súpervigilancia” en su entorno debido a los factores que se conocían de su vida, pero también por los muchos otros que se desconocían.
morquiz@redaccion.diario.com.mx
 

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