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Constatan funcionarios riesgos en distribuidor vial de la Sanders

Antonio Rebolledo
El Diario

2013-12-10

Funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), directores del Municipio y representantes de la empresa Construcciones y Desarrollos Urbanos S.A. de C.V. constataron esta mañana que el distribuidor vial de Sanders tiene puntos de riesgo para los usuarios, sobre todo en la incorporación de uno de los carriles de acceso al cuerpo principal de la obra que presenta estrechez y una curva muy cerrada que da un efecto de vacío peligroso al circular a una velocidad superior a los 30 kilómetros por hora.

Tras un recorrido por la obra que ya registra un avance superior al 92 por ciento, el director general del Centro SCT Chihuahua, Efraín Olivares Lira, indicó que el distribuidor es una obra eficiente “que cumple las necesidades para la que fue diseñada, pero hay algunas situaciones que se van a tener que cuidar a efecto de que tenga el nivel de seguridad que se requiere, principalmente en cuanto a velocidades de circulación”.

Expuso que en la “gasa” poniente (el carril de ascenso para incorporar el tráfico hacia el cuerpo principal del puente desde el Eje Vial Juan Gabriel con dirección a la Fiscalía) “el ancho es adecuado, el problema es el grado de curvatura que no se le pudo dar mayor amplitud por la no disponibilidad de superficies”, porque el propietario del predio contiguo en la esquina de Sanders y Eje Vial se negó a cederlo al proyecto para ampliar el carril y generar incluso un tercero hasta el descenso sobre la avenida Sanders hacia el norponiente.

Durante la revisión física de la obra, los funcionarios recorrieron todos los carriles de entrada y salida al distribuidor a borde de vehículos oficiales. Les seguía de cerca una patrulla de la Dirección General de Tránsito.

Al término del recorrido, ya en la parte principal del puente a casi 12 metros de altura, se intentó ingresar un tráiler de cama corta por la “gasa” poniente. Pasó, pero en la curva de casi 90 grados en el ascenso, rayó con las llantas traseras toda la guardavalla, el pretil que protege a los vehículos de caer al vacío, muro al que también se le hicieron observaciones de altura, pues es insuficiente para evitar que un vehículo se precipite al vacío.

Los directores de Protección Civil, Fernando Motta Allen, y de Tránsito, Luis Óscar Acosta García, refirieron al delegado de la SCT que en el ascenso por la “gasa” poniente no pudieron circular a más de 30 kilómetros por hora porque la sensación de vértigo “y el jalón” por la fuerza centrífuga de la curva de casi 90 grados da una sensación de caída.

Acosta García le cuestionó a Olivares Lira si era pertinente colocar a la curva un peralte, pero el funcionario federal le respondió que una inclinación de este tipo hacia el interior de la curva incrementaría la sensación de desplome hacia el lado del copiloto, lo que sí provocaría descontrol en el conductor y desplome.

“Lo que tenemos que hacer ahí, desde abajo, es colocar reductores de velocidad para que los vehículos no asciendan a más de 40 kilómetros por hora”, respondió.

Otro problema fue evidenciado en el recorrido sobre ese carril.

En la parte alta, tras superar la curva, los vehículos sólo tendrían 40 metros para incorporarse al cuerpo principal del puente sobre su carril derecho.

En ese punto, los vehículos sobre el cuerpo principal del puente pueden circular a 60 kilómetros por hora, lo que obligaría a los automóviles sobre la “gasa” poniente “a dar un acelerón” para aumentar de 30 a 60 kilómetros por hora en menos de 40 metros para incorporarse al puente, o hacer un alto total para esperar un espacio entre el tráfico para continuar hacia el norponiente, rumbo a la caída a la avenida Sanders, lo que derivaría en una acumulación de automóviles o incluso un choque por alcance.
Para resolverlo, Olivares Lira propuso recortar en la parte media del puente un carril para confinar la incorporación de la “gasa” poniente.
El director de Tránsito puntualizó que la obra no tiene ningún sentido si arriesga a los usuarios, si manifiesta restricciones extremas en la reducción de velocidad para circular y si impide el tránsito de unidades pesadas.
“Es una obra urbana que en algunos puntos, principalmente en este (la “gasa” poniente) tiene que haber restricciones de velocidad.
Expresó que tuvieron problemas de estrechez en el proyecto, no se pudieron adquirir en su momento algunos derechos de vía y eso obligó las adecuaciones correspondientes. Considero que el aspecto operativo del distribuidor vial se analizó, que hubo argumentos necesarios, pero la llegada de esta nueva administración no vivió toda esa problemática que surgió.
“Considero que vamos a llegar a acuerdos razonados a efecto de garantizar la operatividad de la obra y la seguridad de los usuarios; y si se justifica y se requiere hacer una adecuación de orden estructural, presentaremos los argumentos y se tendrán que hacer”, justificó.
Otro problema detectado fue que en la “gasa” oriente, la que desincorpora el tráfico desde el puente hacia el Eje Vial Juan Gabriel, la bajada sobre este cuerpo a mínimo 60 kilómetros por hora obligaría en su caída final, a menos de 30 metros, a un alto total para permitir el tráfico sobre el Eje Vial. Además, cruza con uno de los accesos principales al Mercado de Abastos, que tendría que ser clausurado, y con los carriles laterales en la parte baja del puente, lo que provoca un cruce de carriles para los automovilistas que pretenden salir de la lateral hacia el Eje Vial.
“No hay proyecto que contemple todas las situaciones al 100 por ciento. Si es una situación sustentada, si las autoridades consideran que hay que hacer adecuaciones, se tendrán qué hacer y se harán las gestiones correspondientes en materia presupuestal”, concluyó Olivares Lira.
Los funcionarios se trasladaron a la sede del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), donde sostienen una reunión para definir las modificaciones a la obra.
De ahí, se dirigirán al túnel de la avenida 16 de Septiembre, donde también realizarán observaciones.
 

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