Juan de Dios Olivas
El Diario
De enero a septiembre de este año, los grupos de Protección a Migrantes Betas, que operan en el estado de Chihuahua, rescataron a 53 migrantes que se encontraban en situación de riesgo, dio a conocer el Instituto Nacional de Migración (INAMI).
Estos fueron localizados en las zonas de cruce localizadas en Palomas y en Ciudad Juárez, de acuerdo con información oficial difundida en el sitio oficial www.inami.gob.mx.
En esos puntos, el grupo de Protección a Migrantes recorre a diario cientos de kilómetros a lo largo de la línea fronteriza que divide a Chihuahua de Texas y Nuevo México. Ahí, también fueron detectados otros 5 mil 264 migrantes que buscaban cruzarse a Estados Unidos y a quienes se les brindó asistencia social, orientación y se les intentó convencer de desistirse.
Esto último al alertar a los connacionales sobre las zonas peligrosas con la finalidad de que eviten sufrir percances donde resulten afectados o pierdan la vida al cruzar el río Bravo o los desiertos fronterizos en su intento por llegar a Estados Unidos.
Los migrantes fueron contactados por patrullas Betas en las riberas del río Bravo en puntos utilizados para cruzar a territorio estadounidense, así como en plazas públicas, se informó.
Ahí, los connacionales recibieron asistencias sociales que consisten en alimentos, aguas o traslados a puntos seguros. Además recibieron cartillas trípticos y guías donde se consignan sus derechos.
En los trípticos se advierte que cruzar arroyos o caminar por cauces que son riesgosos por los cambios repentinos en los niveles de agua, así como el peligro de transitar por el desierto expuestos al clima o animales ponzoñosos.
En Ciudad Juárez e les advierte de los riesgos que se localizan en el río Bravo o en el canal Franklin y se les recomienda no correr en caso de ser detenido por alguna autoridad del vecino país, ni tratar de sacar nada de la ropa, además de poner las manos al frente.
En el caso de la cartilla da a conocer que a pesar de ingresar sin documentos a Estados Unidos, los migrantes siguen teniendo derechos humanos como el recibir un trato digno y justo, independientemente de nacionalidad, condición social o creencia religiosa y en caso de arresto existe el derecho a comunicarse con la embajada o consulado del país de origen.
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