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Comunitario de Anapra, oasis en zona olvidada

Iván Lucio Alvillar
El Diario

2013-10-09

“Cuando me diagnosticaron cáncer cervicouterino en el 2008 me ‘paniquié’ toda, pero mi familia siempre me apoyó. En febrero de este año me dieron de alta, seguí adelante. Más que nada quería ser alguien y demostrárselo a mis hijos. Es por eso que me metí a estudiar la secundaria, a ratitos, ya que tengo 5 hijos, de los 3 a los 13 años, ahí en el centro, donde ya terminé y ahora quiero seguir con enfermería ahí mismo”, expresó Cecilia Carrillo.
La mujer se refiere al “Nuevo Centro Comunitario Anapra”, que se ha convertido en un lugar de esparcimiento y capacitación para los vecinos del norponiente de la ciudad, ubicado sobre una de las colonias con más carencias de la ciudad.
Para los vecinos, es como un oasis dentro de una zona olvidada.
Cientos de vecinos ya se ejercitan en box, tae kwon do, maquillaje, spinning y hasta en decoración de pasteles en el centro comunitario ubicado en las calles Rémora y Delfín, de la colonia Rancho Anapra.
El director del centro comunitario, Edgar Rodríguez, manifestó que más que talleres, se brinda a las personas herramientas y oficios para que se integren al ámbito laboral y tengan una solvencia económica.
Además, se imparten clases de inglés, primaria y secundaria, manualidades, peluquería, corte de cabello, terapia física y enfermería, expuso.
El lugar cuenta con un edificio de tres pisos. Al entrar se encuentra la sala de recepción; al lado derecho la oficina de personal y del izquierdo, un salón que tiene biblioteca donde también se imparten clases de inglés.
En el segundo piso se localizan, aparte de los baños, tres salones para diferentes talleres: en uno está un pequeño gimnasio en el que hay unas 10 bicicletas de spinning, el segundo cuarto lo utilizan para terapia física y clases de enfermería y en el tercero se dan cursos de maquillaje.
En el tercer piso hay un patio con una terraza –desde donde se aprecia casi todo el panorama completo de la ciudad–, además de las placas de energía solar con que cuenta el centro.
En ese espacio hay asimismo 10 costales para entrenar box, además de salones para impartir cualquiera de sus talleres.
La maestra de tae kwon do cinta negra, María de los Ángeles Ortiz, es madre de una campeona nacional: Tania Melina Ortiz.
Ella comentó –mientras cargaba a uno de sus hijos y daba instrucciones a 15 pupilos sobre cómo patear– que ofrece clases a más de 90 niños del barrio por lo que ya hasta los sábados tiene que ir.
Edgar Rodríguez dijo que este lugar bien equipado, sirve también de ayuda a la comunidad, pues además opera como enlace con otras instituciones para canalizar a quien lo necesite.
Expuso que algunas instituciones de las cuales reciben y dan apoyo son la Dirección de Desarrollo Social del Municipio y el Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichmujer).
Samuel López, auxiliar administrativo, dijo que hasta el momento han recibido buena respuesta por parte de la ciudadanía, pues han llegado a recibir hasta 300 personas por día.
Incluso indicó que han acudido maestros desempleados para solicitarles un espacio en los salones, por lo cual, de esta manera hay un beneficio mutuo entre la comunidad.
Además de talleres de manualidades y oficios, en el centro comunitario también se imparten clases de primaria y secundaria a personas adultas, por lo que al mes se entregan entre cuatro y seis certificaciones de ambos grados escolares, explicó el profesor Héctor Holguín, encargado de esa área.
Dijo que los interesados en participar pueden acudir de lunes a viernes, en horario de 5 de la tarde a 8 de la noche, mientras que los sábados, de 9 a 11 de la mañana y de 4:30 a 6:30 de la tarde.
Comentó que dentro del programa participan personas de todas las edades y en promedio concluyen la primaria o la secundaria en cuatro y ocho meses, sin embargo hay casos de personas que terminan en dos meses.
Lorena Lara, tesorera del centro, indicó que a pesar de que existen talleres que son gratuitos, algunos tienen un costo simbólico, pues su precio no asciende a los 50 por persona a la semana.
Mencionó que del dinero recaudado a través de estos talleres, el centro comunitario destina el 10 por ciento para la rehabilitación del lugar, como sucede con el pago del sueldo del velador.
Empleados del lugar dijeron que el próximo proyecto a cumplir es el de tener tardeadas los domingos para la gente mayor. (Iván Lucio Alvillar)
ilucio@redaccion.diario.com.mx

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