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Cuestionan cambios de funcionarios en gabinete estatal

Martín Orquiz/Angélica Villegas
El Diario

2013-10-05

Los cambios de funcionarios en dependencias gubernamentales es un hecho común, aunque los realizados el viernes por el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, no son una sorpresa y ponen en evidencia que existen “los chapulinazos”.
El secretario ejecutivo nacional de la Confederación de Abogados de México, Salvador Urbina Quiroz, señaló que esta situación se dio incluso en el Congreso del estado, donde Jorge Mario Quintana Silveyra solicitó licencia para ocupar un cargo público.
“Es una cuestión muy común este tipo de cambios, es el efecto ‘chapulín’ como lo conocemos en términos coloquiales”, señaló.
El riesgo de que ocurran estos enroques es que algunas personas puedan no contar con el perfil requerido para la tarea asignada.
Consideró que al menos en el caso de Jorge González Nicolás, quien sustituirá a Carlos Manuel Salas como Fiscal del Estado, sí se cumple con el requisito ya que ocupó un puesto similar en la zona norte desde 2010, cuando inició la administración de Duarte Jáquez.
El abogado manifestó que los cambios a mitad del camino puede provocar en ocasiones que lo que se haya avanzado se estanque, pero lo que ocurrió no es propio del actual Gobierno, sino que es algo que ha ocurrido siempre.
Para tratar de evitar estas situaciones, dijo, es necesario que haya una carrera del servicio público, lo que obligaría a los gobiernos a contratar y mantener a las personas que demuestren en la práctica que son idóneas para el trabajo.
Al no tener la condición anterior, entonces los funcionarios tienen que dejar sus puestos porque enfrentan problemas o por instrucciones de su jefe.
Consideró importante que el Gobierno estatal se asegure de que los programas que tiene establecidos continúen e, incluso, que sean mejorados por los nuevos funcionarios.
Representantes de sectores sociales consideraron por su parte que el “chapulineo” es un reflejo de que los cambios se dan por intereses políticos y no por el bien ciudadano.
Además opinaron que este tipo de cambios repercuten directamente con la ciudadanía, pues en muchas ocasiones las personas que ocupan los cargos públicos no cuentan con el “perfil” o carrera necesaria.
“El ‘chapulineo’ es una práctica común. Aquí son castas, en donde sólo a ciertas personas les es permitido un cargo que poco tiene que ver con la carrera o el perfil de las personas. El gobernador está haciendo sus movimientos con base en sus intereses, meramente políticos”, consideró Sergio Meza de Anda, director de Plan Estratégico de Juárez. 
Dijo que lo lamentable es que el “chapulineo” se ve en todos los niveles gubernamentales, así como han trascendido por generaciones, incluso de asociaciones civiles puestos administrativos.

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