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Con bacterias, sanean el lago del Parque Central

Juan de Dios Olivas
El Diario

2013-09-03

Los días en los que malos olores similares a los emitidos por las aguas negras y los piquetes de moyotes que incomodaban a las familias que visitaban el Parque Central Poniente, parecen haber llegado a su fin.
También la imagen del lago moribundo, contaminado por la captación de las aguas provenientes de la Avenida Tecnológico, el Dren 2-A, las descargas pluviales, así como por los desechos orgánicos generados por las aves que provocaban la formación de una capa verduzca y opaca sobre el lecho del lago.
Desde hace un año, un grupo de biólogos e ingenieros expertos de la empresa Invida S. A. de C. V. aplica un tratamiento especial con base en bacterias para eliminar el “fitoplancton” que se forma en exceso en el suelo del lago, y que al perecer contamina el fondo y genera problemas,  explicó Jesús Yépez Huerta, supervisor de Áreas Verdes del Gobierno del Estado.
El tratamiento funcionó en el parque de Chapultepec, en la Ciudad de México y en el Parque Central está dando resultados en más de un 90 por ciento.
“Se basa en la limpieza en el fondo del lago de todo lo que es materia orgánica y asentamientos, producto de la fauna que habita el lago, de los visitantes que tenemos (que arrojan basura), de las avenidas, de las lluvias… en fin, se formó una capa abajo que ya tenía mucho tiempo”, dijo.
La capa denominada científicamente como fitoplancton, está formada por organismos acuáticos, principalmente algas que al reproducirse en forma excesiva saturan el lago y al morir se van al fondo donde generan gas metano o mal olor, eliminan el oxígeno y pueden llegar a ser letales para los peces.
“Mueren cada 48 horas, bajan y van al fondo, son el contaminante número uno si ahí se dejan; esos microorganismos producen descomposición y gases”, agregó Carlos Flores, representante de Invida.
El “fitoplancton” es tratado con una mezcla de bacterias que componen un producto final al que se le denominó Bactrovil, que tiene una presentación diseñada específicamente para el Parque Central.
El tratamiento se aplica mensualmente y de forma periódica se levantan muestras que son analizadas en laboratorios.
“Ponemos bacterias facultativas en el agua que se encargan de deshacer la materia orgánica que se genera por los animales que hay aquí, patos, etcétera”, dijo.
El agua que resulta del tratamiento, es nutritiva para el riego del mismo parque y hace que no se requieran fertilizantes para los árboles o el pasto.
“Nosotros ponemos las bacterias para generar una situación que se llama secuencia simbiótica donde una bacteria toma alguno de sus nutrientes, lo lleva a otra bacteria, luego a otra, seis en total y lo que libera el lago es hidrógeno, nitrógeno y oxígeno libres, generando un agua altamente nutritiva, no se requiere agregar ningún tipo de fertilizante a los árboles y al pasto, todo es natural”, apuntó.

Al eliminarse la capa de “fitoplancton” que se forma en el agua del lago, el problema de los moyotes y otros insectos desapareció también, indicó Flores.
“Como no hay nata arriba del lago, no se generan insectos. Lógicamente habrá en forma natural, pero no en cantidades enormes porque no hay el sistema que los mantiene, el “fitoplancton” que se va generando es procesado inmediatamente por las bacterias que se inyectan al agua”, agregó.
Refirió que el fondo de los estanques con problemas de contaminación, normalmente es oscuro y en el caso del Parque Central es ya “cosa del pasado”.
Flores, recordó que la primera vez que acudió al Parque Central, fue recibido por un olor a aguas negras, el cual fue eliminado al paso de los meses con el tratamiento especial.
Sin embargo, el tratamiento debe ser permanente.

Bacterias no son dañinas

Carlos Flores indicó que muchos visitantes del Parque Central podrán pensar que el tratamiento aplicado al lago los puede afectar, sin embargo, no tiene ninguna implicación para la salud humana.
“El hecho de que se hable de un tratamiento bacteriológico, es importante aclarar que no son bacterias dañinas para el ser humano, ni para el micro- ecosistema que hay habitado por patos, tortugas, peces etcétera”, dijo.
Por el contrario, generan nutrientes que ayudan al ecosistema del lugar.
“Nunca nos van a afectar, nunca nos van a ocasionar una gastroenteritis, una infección intestinal. Complementan un proceso simbiótico, una interacción entre las bacterias para degradar lo que en un principio podría ser dañino hasta llevarlo a elementos, nitrógenos, carbonos, que se pueden reutilizar para nutrir”, apuntó.
El costo del tratamiento hasta ahora alcanza una inversión de poco más de 200 mil pesos, señaló Maribel Posada, directora del Parque Central.
Señaló que se realizaron gestiones ante la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado y al menos durante el resto de la actual administración de César Duarte seguirá aplicándose el tratamiento al lago. (Juan de Dios Olivas/El Diario)

jdolivas@redaccion.diario.com.mx

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