Luz del Carmen Sosa
El Diario
A causa de las constantes burlas de sus compañeros y la incomprensión del personal docente a su problema visual, Frida le pidió a su madre que no la llevara más a la escuela.
A sus seis años la pequeña se resistía a asistir a clases porque los alumnos le gritaban “bizca” y sus maestros no comprendían que el estrabismo, un padecimiento congénito, le disminuyó su capacidad visual.
“Frida era una niña muy vergonzosa, no tenía confianza en sí misma porque cuando corría se caía a cada rato”, dice Rosy Morales, madre de Frida.
Sus compañeros le decían que estaba ciega, se burlaban de ella y le gritaban bizca, agrega la mamá a la que aún duele lo que consideró crueldad infantil.
La pequeña fue intervenida quirúrgicamente gracias al apoyo del Club Rotario Juárez Ejecutivo y después de una semana de llevar los ojos vendados, por fin su problema se corrigió.
Fue un cambio muy drástico para quien estaba acostumbrada a mirar todo difuso.
El tema de la discriminación contra la pequeña nunca fue abordado en el plantel educativo. Jamás se planteó por parte del personal docente que Frida sólo tenía un problema visual y eso no implicaba que fuera diferente a los demás.
Los padres de los otros menores tal vez ni por enterados se dieron del sufrimiento de la pequeña, de la discriminación y el bullying que ejercieron contra la niña.
Tras la intervención quirúrgica Frida recuperó “la normalidad”.
Para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) los padres de familia deben ser los primeros en enseñar a sus hijos a comprender las capacidades especiales o diferentes de otros niños, para así evitar los malos tratos y la discriminación.
Y ante el inicio del ciclo escolar, es importante que papá e hijo hablen en torno a nuevas situaciones que enfrentarán en el salón de clases para favorecer un entorno incluyente.
En su portal digital www.conapred.org.mx la organización difunde diez puntos con lo que pretenden apoyar al padre de familia a mostrar ante sus hijos la discapacidad con una luz positiva, y que los niños crezcan felices y sin prejuicios.
1.- Cómo responder a
la pregunta de: “¿Por qué
no camina?”
Los niños son curiosos por naturaleza. Al niño se le debe hablar con la verdad y explicarle acorde a su edad el motivo de la discapacidad, sin generar miedo ni lástima.
2.- No se enoje cuando
su hijo tenga curiosidad
Si el papá se enoja frente a las preguntas, el niño puede crecer pensando que la discapacidad es una cosa fea o mala.
3.- Enséñales que ser diferente no es algo negativo
Esto es vital, no sólo para que el niño entienda la discapacidad como algo que simplemente existe, sino para que entienda que hay muchas otras diferentes personas con las que se encontrará en su vida, y que él mismo será “diferente” de otros en algún aspecto.
4.- Siempre preguntar
antes de ayudar
Es muy importante enseñarles a preguntar primero, porque con eso les enseñamos a ver al otro niño como una persona autónoma, que puede tomar decisiones y a tratarlo con respeto.
5.- Un niño con discapacidad no está indefenso y también le gusta jugar
También, el padre puede enseñar a su hijo a que si quiere acercarse al otro niño, no necesariamente tiene que ser para tratar de ayudarlo en algo, si se quiere acercar para saludarlo, darle una sonrisa, platicar con él o invitarlo a jugar, déjelo y trate de que vea que aún con las diferencias, puede encontrar la manera de convivir con él o ella.
6.- Tenga cuidado con
su propia reacción
Ponerte nervioso, incómodo o con miedo frente a personas con discapacidad hará que tu hijo se sienta exactamente igual.
7.- Mirar por diez segundos
no afecta a nadie
Los niños tienen todo el derecho a quedarse viendo a otro niño que ven como diferente —están descubriendo el mundo—, mientras no sea por demasiado tiempo. Puede decirle a su hijo, “¿Quieres preguntarme algo sobre ese niño? ¿Quieres que nos acerquemos a saludarlo o a preguntarle algo a su mamá?”.
8.- El niño con discapacidad, en general, no vive con dolor
A los niños puede angustiarles pensar que el otro niño tiene dolor, y les puede ser difícil manejarlo o querer acercarse a ese niño. Es importante enseñarle a su hijo que simplemente le cuesta más trabajo hacer ciertas cosas, pero que es un niño feliz. Eso hará que a tu hijo le sea más fácil relacionarse con él.
9.- Los niños con discapacidad también pueden ser divertidos y buena onda
Cuando le sea posible, lleve a su hijo a ver una película, o léale un cuento, o juegue con él un juego que muestre a la discapacidad con una luz bonita y positiva. Es bueno que su hijo vea niños con discapacidad involucrados en actividades divertidas y riéndose.
10.-Promueva que haya ambientes en que su hijo pueda convivir naturalmente con niños con discapacidad
Se sugiere que de manera activa los padres promuevan la inclusión en la escuela en la que están sus hijos, porque este es el ambiente que por naturaleza puede fomentar la igualdad y la no discriminación.
Para obtener mayor información, consulte el portal oficial de Conapred. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)