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Formador de sacerdotes aquí lleva su experiencia a Roma

Gabriela Minjáres
El Diario

2013-08-16

La experiencia de formar sacerdotes durante los últimos 18 años que tuvo a su cargo la conducción del Seminario Conciliar de Ciudad Juárez, le valieron al presbítero Héctor Xavier Villa Hernández para ser designado prefecto académico del Colegio Mexicano en Roma.
Electo por la Conferencia del Episcopado Mexicano para ocupar a partir de este lunes el nuevo cargo, el sacerdote nacido en El Paso, pero formado y criado en Ciudad Juárez, viajará hoy a Roma para integrar el equipo directivo del Colegio Mexicano por un periodo de tres años.
“La gente dice que he sido privilegiado con esta nueva encomienda, pero yo más bien me siento agraciado, muy favorecido que se me haya permitido esta experiencia, que se me dé esta oportunidad que Dios y la vida me conceden, especialmente a través de mi obispo, que me libera de la responsabilidad del Seminario para ir a Roma”, dijo.
Explicó que el Colegio Mexicano en Roma es como una residencia de estudiantes en la que todos son sacerdotes enviados por sus respectivos obispos de las diferentes diócesis que hay en la República, con la finalidad de que estudien un diplomado, una maestría o un doctorado en alguna de las universidades que hay en esa ciudad de Italia.
Indicó que actualmente hay unos 120 estudiantes que van por un periodo de dos hasta cuatro años, tiempo en el que se especializan en temas que van desde las ciencias de la religión hasta las humanas, porque pueden estudiar filosofía, psicología y sociología.
El padre Villa comentó que hace dos décadas, entre 1992 y 1995, él mismo estuvo en el Colegio Mexicano porque fue a Roma a estudiar la especialidad en Teología Bíblica en la Universidad Gregoriana.
“Es una experiencia muy interesante porque yo estuve como estudiante, conozco la casa y ahora regreso a formar parte de ella pero en el equipo de responsables que encabeza el padre Armando Flores, de Zamora, Michoacán, quien es el rector; el director espiritual, Miguel Domínguez; el ecónomo, Ulises López; y un servidor que me invitan a colaborar como prefecto académico”, comentó.
En esta responsabilidad Villa tendrá la tarea de orientar a los estudiantes para conectarlos con las respectivas universidades, porque el objetivo es que los sacerdotes que van a hacer estudios a Roma cumplan con su meta, ya que al regresar a México colaboran como maestros en los seminarios, entre ellos el de Ciudad Juárez.
Por lo que además de ser asesor-orientador, deberá ser un vínculo del Colegio Mexicano con las distintas universidades a las que acuden los sacerdotes en Roma, que son unas ocho o 10.

También, agregó, entre sus tareas estará conducir a los estudiantes para evitar que se desarraiguen de México y vivan la experiencia como una oportunidad de crecer en el amor con la gente, en la comunión con sus iglesias particulares y vuelvan más calificados no solamente en el plano académico, sino también humano.
En lo personal, comentó que también buscará prepararse y acudir a un curso de actualización, así como vivir con intensidad la oportunidad porque se trata de una experiencia de universalidad, ya que en Roma coinciden personas de todos los continentes.
“En realidad la expectativa es desde enriquecerme humanamente y como sacerdote, si es posible por supuesto buscar mayor capacitación, pero ante todo vivir con intensidad la encomienda de acompañar a los sacerdotes y ayudarles a vivir esta experiencia”, agregó.
En su condición de ex director del Seminario Conciliar, donde ocho años fue vice-rector y 10 rector, Villa consideró que se siente muy satisfecho no sólo porque acompañó a los estudiantes en sus búsquedas, deseos y sueños en un contexto social difícil, sino porque logró que más de 30 culminaran sus estudios y se hayan ordenado como sacerdotes.
“No obstante lo que es nuestra ciudad y se dice de ella con la etapa más dura de violencia, me parece muy valioso que haya jóvenes interesados en la búsqueda religiosa y en el compromiso, en vivir un servicio al pueblo de Dios, trabajar por la paz, construir una sociedad más acorde no solamente del Evangelio, sino de la justicia y de la paz”, mencionó.
Con 28 años de sacerdocio, Héctor Villa dijo que estar al frente del Seminario le ayudó a él a fortalecer su identidad como presbítero, porque se vive en medio de un mundo tan desafiante que pone en dudas no sólo la fe, sino la misma vida sacerdotal y el compromiso permanente del celibato.

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