Eleazar Reza
EL DIARIO
La vocación de Fernando Medina Sáenz por el periodismo nació en la oficina de Telégrafos. Durante años capturó las líneas que reporteros mandaban a sus periódicos y así fue como dominó la técnica.
Dejó de operar el télex –dispositivo telegráfico– y de estar en una oficina a salir a la calle y generar su propio material. A los rotativos llegó con experiencia para escribir y su trabajo no siempre fue muy favorable para los que estuvieran en cargos públicos.
Nació el 16 de septiembre de 1938 en Parral y falleció el pasado viernes a los 74 años tras permanecer hospitalizado en las últimas semanas.
Medina Sáenz cubrió plazas en Telégrafos de México en diferentes partes del norte del país y fue hace unos 56 años que llegó a Ciudad Juárez, donde conoció a Delia Esparza, la madre de su único hijo, abuela de una niña y con quien compartió 50 años de casados.
Durante el día trabajaba en Telégrafos y por las tardes en el extinto periódico El Fronterizo. Se jubiló del primer trabajo y se enfocó al periodismo. Para los 14 años era el sustento de sus papás y hermanos.
“A pesar de que solamente terminó la primaria buscó los medios para poder darme una carrera. Estoy muy orgulloso de él; soy ingeniero industrial y gerente de una maquiladora, y todo eso es gracias a él y a mi mamá”, expresó Fernando Salatiel, quien acompañó a su papá en la reporteada.
Medina Sáenz trabajó en los periódicos El Fronterizo y ABC, ahora desaparecidos, así como en El Diario como reportero y después como columnista donde escribio por varios años su columna “Fuera de Libreta”.
En 1982 ingresó a esta casa editora y una de sus fuentes fue el Gobierno Municipal y Gobierno del Estado, sus preguntas incomodaron a servidores públicos.
Durante una conferencia cuestionó al entonces gobernador Francisco Barrio Terrazas por el apoyo económico que dio a un organismo que presidía uno de sus hermanos para impulsar las obras públicas.
La reacción del funcionario no fue la esperada e incluyeron las palabras “No sea mamón”, lo que atribuyen a la incomodidad generada por el cuestionamiento, recuerdan entrevistados que asistieron a la conferencia.
Luis Ochoa Minjares, articulista de El Diario, consideró que el error público de Francisco Barrio lanzó a la popularidad la carrera de Fernando Medina Sáenz como columnista.
Aunque Ochoa Minjares inició antes su carrera periodística, aseguró que aprendió de Medina la constancia y empeño de informarse y comprobar el origen de la información.
La pasión inocultable de Medina fue la columna de opinión porque le daba la libertad de meterse en todos los temas de la vida pública y privada de Ciudad Juárez.
Las preguntas se hacían de forma correcta, la mayoría tal vez ya contando con datos reales, pero lo bueno eran las notas publicadas.
Sergio Conde Varela, abogado y quien entre 1962 y 1986 tuvo varios cargos públicos en administraciones municipales, recordó a Medina Sáenz como un periodista muy trabajador y puntual para las entrevistas, así como su experiencia o “colmillo” en las fuentes político-administrativas.
Una vez que ya no participó en el ejercicio periodístico se desenvolvió en áreas de Comunicación Social y como asesor en materia de prensa de Gobierno del Estado.
Entre su trayectoria está la presidencia en dos ocasiones de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez (APCJ) y su importancia en la capacitación de los reporteros a través de un premio anual y de talleres universitarios.
Fernando Medina Sáenz falleció el viernes 9 de agosto y se sumó a los conocidos como decanos del periodismo fronterizo y de la llamada “vieja guardia” Fermín Robledo, Héctor Oaxaca y Manuel Gómez.
Hoy es enterrado en el panteón Jardines Eternos en Satélite; su cuerpo partirá a las 3 de la tarde de la funeraria Mausoleos Luz Eterna. (Eleazar Reza/ El Diario)
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