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Descomposturas en autos disparan especulaciones sobre expendios y combustible

Martín Orquiz
El Diario

2013-07-31

Una aparente alza en el número de bombas de gasolina descompuestas en automóviles en la ciudad ha generado controversia y todo tipo de especulaciones sobre el origen de las fallas.
Mientras algunos automovilistas y mecánicos la achacan a que la gasolina está contaminada, otros especialistas indican que tales descomposturas son comunes entre junio y julio debido a las altas temperaturas.
Otros entrevistados afirman que el combustible no tiene el octanaje requerido para el buen funcionamiento de los vehículos, y hay quienes aseguran que las bombas del tanque pueden presentar alguna descomposición generada por filtraciones originadas, por ejemplo, en la bomba del agua o incluso si los cambios de filtro no son hechos con la frecuencia requerida.
Ante el reporte de talleres mecánicos que indica que las reparaciones de bombas de gasolina se duplicaron en los últimos dos meses, empresarios del ramo se reunieron con representantes de Petróleos Mexicanos (Pemex) para plantear la problemática.
Fernando Carbajal Flores, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), indicó que el martes se entrevistaron con el responsable de comercialización de Pemex en Juárez, Gerardo Pérez Origüela, quien les mostró cómo es que a diario se revisa la calidad de cada embarque de gasolina que llega procedente de una refinería en Texas.
En medio de la discusión, fronterizos especulan acerca de los orígenes de la avería que les ocasiona dolor de cabeza y contratiempos.
Hace un mes, Silvia se enfrentó a “una pesadilla” cuando su automóvil se descompuso justo después de cargar combustible.
“Luego de echarle gasolina, el carro temblaba todo y se me mató”, señaló.
Por lo general, agregó, acudía a la estación que se ubica en Óscar Flores y Montes Apeninos.
Enseguida lo llevó al mecánico, quien diagnosticó que la falla era la bomba del agua, por lo que le hizo el cambio; sin embargo los problemas siguieron.
Otra vez después de cargar combustible, esta vez en la avenida Universidad y Prolongación de la avenida de las Torres, le pasó lo mismo.
De nuevo acudió con el mecánico, quien le aseguró que se trataba de la bomba de gasolina, así que hizo el cambio de la refacción.
Pero, otra vez, su unidad no funcionó de forma correcta, pero se hizo la hipótesis de que fue el carburante el que averió su máquina, creencia que fue secundada por su mecánico.
“Se me hizo mucha casualidad que se me haya descompuesto las dos veces luego de cargar gasolina”, comentó.
Finalmente, le diagnosticaron una falla en la válvula IAC (Idle Air Control en inglés o Control de Marcha Mínima), la que le suplió y se acabaron sus problemas.
Sin embargo, optó por no regresar a las estaciones de servicio donde sufrió los percances por temor a que vuelva a ocurrir una falla.
“Ya cargo gasolina en otros lados, no quiero regresar ahí porque me da miedo que se me vuelva a descomponer, tuve que gastar mucho dinero para repararlo”, indicó.

Por las altas temperaturas

Contrario a la creencia de Silvia y de su mecánico, los empleados del Womens Auto Center, que se ubica sobre la avenida Tecnológico a la altura del fraccionamiento Pradera Dorada, dieron a conocer que las fallas en las bombas de gasolina están relacionadas más con las altas temperaturas que con la calidad de la gasolina.
Claudia Martínez y Yadira Rodarte, mecánicas y empleadas de ese taller, explicaron que el calor que se registra en la región, además de la carga de trabajo que realiza la máquina, son los factores principales que ocasionan fallas en las bombas de combustible.
“Se echa a perder el flotador, o incluso todo el ‘housing’ (la bomba completa) que contiene las mangueras, los sensores y el flotador”, indicó Claudia.
Aseguró que este fenómeno se presenta durante cada temporada de verano, principalmente a partir de la segunda quincena de junio hasta finales de julio, en su taller ya se han atendido al menos unos 10 casos con este tipo de avería.
Acerca de la gasolina, afirmó que ni ella ni los demás mecánicos del lugar han detectado alguna anomalía, ni contaminación con agua o alguna otra sustancia.
“Nos daríamos cuenta de inmediato, porque tenemos que bajar el tanque de la gasolina para reparar la bomba o sustituirla”, señaló.
Yadira, por su parte, explicó que los síntomas de que la bomba del combustible está fallando es que el conductor le mete el pedal, pero la unidad no avanza o no le entra el siguiente cambio.
“Cuando la máquina es apagada y luego prendida, por la falla se forma un vacío y entonces no inyecta la gasolina”, comentó.
Acerca de las versiones que circulan en torno a la existencia de gasolina contaminada, ambas consideraron que el combustible no tiene alteraciones, aunque a veces puede presentar algún sedimento si no se realizan con frecuencia los cambios de filtros.
Pero, añadieron, siempre hay ese tipo de rumores sin fundamento que se propagan entre la población, tales como la suposición de que el combustible de El Paso es mejor que el que se expende aquí.
Al margen de la calidad del carburante, las mecánicas sugirieron a los automovilistas que nunca dejen que el tanque de gasolina de vacíe; es decir, que carguen ya cuando tienen el foco encendido.
La razón, dijeron, es que se provocan vacíos por la falta de gasolina que pueden dañar la bomba.
En lo personal, dijo Claudia, ella carga combustible por las noches debido a que las temperaturas no son tan altas como en el día, acción que previene que su unidad registre fallas.

Hasta tres autos diarios

Javier Salaices, propietario de un taller mecánico ubicado sobre el bulevar Zaragoza, señaló que aunque durante la presente semana el ritmo de trabajo disminuyó, en lapsos anteriores llegó a cambiar entre dos o tres bombas de gasolina al día.
Comentó que tiene clientes que por cinco años le han llevado sus unidades, pero siempre por cuestiones como una afinación o problemas en otros sistemas del vehículo, pero en fechas recientes se enfocó en esa refacción.
Dijo que durante los trabajos que ha hecho notó que la gasolina no tenía el olor fuerte que la caracteriza, lo que despertó sus sospechas de que el carburante podría ser el que provocó las averías.
“Está malísima, quien sabe qué le están echando, mejor que vayan a El Paso”, opinó.
El problema se registró hasta en su familia, ya que el automóvil de su hijo se descompuso de la bomba de gasolina, la que tuvieron que reemplazar. Ernesto García, quien realiza trabajos de mecánica por su cuenta, señaló que se ha dado cuenta de que varios automovilistas han tenido ese problema.
“Me han llegado muchas quejas, pero yo sólo he cambiado dos porque trabajo nada más en ratos, no es mi trabajo formal”, indicó.
Sin embargo, en los vehículos que ha arreglado notó que el combustible estaba sucio.
“Se supone que el color de la gasolina es en tonos entre café y cristalina, pero la que vi estaba más oscura, como que tenía altos niveles de plomo por los  tanques sucios donde la transportan”, indicó.
Desde su perspectiva, sí hubo diferencia entre el carburante común y el que traían las unidades que reparó. “Si se refleja que es diferente, está raro, pero supuestamente tiene mucho plomo”, señaló. Aunque, concedió, la calidad de la bomba es también determinante, ya que entre más “chafa se echa más rápido”.
Alonso López, un automovilista, indicó que por lo general carga su combustible en El Paso, pero hace dos semanas no pudo hacerlo y decidió ponerle en una estación de servicio juarense.
Horas después la bomba de la gasolina se descompuso y tuvo que llevar su vehículo a un taller a que se la cambiaran.
“No pudo ser simple casualidad, nunca me había pasado, y justo cuando echo aquí se friega”, comentó el fronterizo que, por si las dudas, no consumirá el producto que se expende aquí. (Martín Orquiz/El Diario)

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