Local

Son héroes anónimos

El Diario

2013-07-29

“Dos cholillos” se transformaron en héroes anónimos al notar que los hermanos Bruno y Gael Hernández de la Cruz estaban ahogándose en un vaso de captación y lanzarse a salvarlos, a pesar de que no sabían nadar.
“Ellos iban pasando por aquí, de pronto vieron a los niños y aventaron las bicicletas y se metieron a ayudarle, pero sólo lograron sacar a uno porque el otro se hundió”, dijo Rita Delgado, una testigo del hecho. “Uno de ellos por poco también se ahoga porque no sabía nadar”.
La vecina del fraccionamiento Praderas de Oriente señaló que incluso ambos fueron subidos a una ambulancia, donde recibieron atención médica debido a que también sufrieron estragos físicos durante el rescate.
“Uno estaba a vomite y vomite agua, el pobre ya se andaba ahogando”, agregó al narrar que ambos hicieron un gran esfuerzo para salvar a los hermanos.
Mencionó que en cuanto se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo, se lanzaron a auxiliarlos, pero uno de los infantes, el que falleció, se quedó atorado en unas ramas y luego se hundió para no salir más.
Aunque a las acciones de salvamento se unieron varias personas que pudieron darse cuenta de la emergencia, ya nada pudieron hacer por el niño, pero lograron salvar a su hermano.
“No los conocemos, no viven por aquí, ellos iban pasando con sus bicicletas cuando se dieron cuenta y se metieron a sacarlos, pero por aquí no los conocemos”, dijo Arturo Ruiz, un vecino del sector donde ocurrió la tragedia, justo donde convergen las calles Custodio de la República, Dunas de Sirio y Desierto de Kavir.
Otros, en cambio, dijeron que sí los habían visto antes, ya que al parecer acuden a vender metales a un negocio del ramo que se ubica cerca de ese punto.
Debido a la tragedia de que un niño haya muerto, la actuación de quienes salvaron al otro pasó casi inadvertida, dijo Celia Muñoz, otra de las entrevistadas que vive en Parajes de Oriente.
“Ya ni cuenta nos dimos qué pasó con ellos, vi que los subieron a una ambulancia, pero de repente se perdieron de vista”, añadió. “Se que alguien les cuidó las bicicletas, pero no supimos más de ellos”.
Otra mujer, que prefirió no dar a conocer su identidad, afirmó que eran conocidos de sus hijos, pero que debido a que estaban trabajando no podía preguntarles los nombres de los improvisados rescatistas.
Los entrevistados mencionaron que los héroes anónimos son jóvenes de entre 18 y 22 años, que visten “cholillos” y que no son del sector.
Y aunque se cuenta con la fotografía periodística, tomada cuando los estaban atendiendo paramédicos de la Cruz Roja, aún se desconocen sus nombres.
Por ahora, lo único que conocen de ellos, es que fueron capaces de arriesgar sus vidas para rescatar a sus semejantes en problemas. (Martín Orquiz)

morquiz@redaccion.diario.com.mx

X