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Protestan padres de desaparecidos; denuncian 'ineficiencia' de la Fiscalía

Staff
El Diario

2013-06-21

Un cubo de periódico recubierto de papel china y con la leyenda “impunidad” era golpeado con un sólido bastón de madera por cada uno de los invitados a la fiesta por el cumpleaños número 28 de Adrián Favela Márquez.

Su familia lo festejó en su ausencia en la plazoleta central de la Fiscalía General del Estado en la Zona Norte.

Y es que Adrián es uno de los ocho hombres que cuentan con reporte de desaparición y cuyo caso es uno de los documentados por el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte.

El sacerdote católico Oscar Enríquez indicó que esta desaparición, igual que las otras siete, reúne algunos elementos que las hacen similares: fueron de noche y no hubo testigos.

Además, todos los casos se dieron en el marco del combate al crimen organizado.

Y aunque no se pueden atribuir directamente las acciones a grupos delictivos o la propia autoridad, sí existe una responsabilidad muy directa del Gobierno por omisiones o acciones en que ha caído.

Las familias sienten una total indiferencia de las autoridades investigadoras a los casos de sus hijos.

María de Jesús Márquez, mamá de Adrián, fue una de las muchas madres que le pegaron a la “impunidad”.

Su gesto adusto reflejaba el dolor que sentía, pero cada golpe que le daba era como el desahogo a la impotencia que desde hace nueve meses tiene por la falta de resultados de la investigación de la desaparición de su hijo.

El 2 de octubre del 2012, un comando armado que se identificó como agentes de la Policía Ministerial ingresaron a la fuerza a su casa para llevarse al joven que es residente de Estados Unidos.

Su madre dijo que uno de los primeros argumentos que se expresaron durante esa intervención es que se lo llevaban para investigarlo por un supuesto secuestro y delito de trata de personas.

Sin embargo, los padres indican que esa versión es inverosímil para ellos.

Y es que argumentaron que su hijo tenía un trabajo en Fort Bliss en El Paso y ese día estaba en Juárez porque habían asistido la boda de su hermana, por ello se quedaron en la casa de Lomas de San José.

“Esporádicamente veníamos a Juárez, nosotros vivimos en El Paso, y aunque tenemos casa acá, no veníamos muy seguido, pero el día que estuvo aquí se lo llevaron”, explicó.

Manuel Favela, padre de Adrián, dijo que desde entonces han pasado por un martirio que no le desea ni a su peor enemigo.

Indicó que fue con el gobernador César Duarte, con el fiscal Carlos Manuel Salas y pese a la orden que dieron a los agentes de investigar el caso no ha sucedido nada.

Lo más desesperante es que no lo encuentran y no saben dónde está, pero no pierden la esperanza de encontrarlo vivo.

“Lo que me dijeron me puso a reflexionar, me aseguraron que en este tipo de casos los últimos en saber a lo que realmente se dedican los hijos son los padres, por lo que me puse a investigar y ello me llevó a confirmar que mi hijo nada tenía que ver con alguna actividad delictiva”, indicó.

El señor Favela dijo que fue con todos y cada uno de sus amigos, conocidos y hasta enemigos para pedirles y en algunos casos a exigirles que le hicieran saber si su hijo andaba en malos pasos.

La respuesta que recibió de todos fue unánime: su hijo era un joven muy pachanguero, como muchos otros, pero ninguno lo ligó a actividades ilícitas.

Por ello la impotencia que siente ante la falta de interés para resolver el caso de su hijo, eso es lo que más duele, aseguró.

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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