Blanca Carmona
El Diario
El fotoperiodista Héctor Oaxaca Acosta, quien dedicó 62 años de su vida a tomar imágenes principalmente de deportes y política en esta frontera, falleció ayer a los 87 años luego de una larga enfermedad que lo mantuvo durante meses en cama.
Ayer, al filo de las 19:30 horas, “Oaxaquita”, como cariñosamente era conocido en el gremio periodístico, sufrió un paro respiratorio a consecuencia de varios padecimientos derivados de la diabetes.
Héctor Oaxaca nació en la ciudad de Chihuahua el 13 de marzo de 1926. Sus padres fueron el coronel David Oaxaca y María Acosta. Siendo adolescente cambió su residencia a Ciudad Juárez y a los 15 años tomó su primera gráfica y dos años más tarde comenzó su carrera como “monero”.
“El Chino Oaxaca”, como firmaba sus primeras imágenes, siempre sostuvo que era juarense por adopción pues aquí conoció a su esposa Graciela Echávarri y fue precisamente en esta ciudad donde ejerció la mayor parte sus 62 años como fotógrafo, desde sus inicios cuando tomaba fotos de bodas, quinceañeras y a todo evento social al que era requerido.
Los inicios de Oaxaquita como periodista gráfico fueron en los periódicos El Mexicano y El Fronterizo. En 1961 fue el único fotógrafo mexicano invitado por Agencia Estadounidense de Energía a cubrir una prueba de implosión atómica en Carlsbad, Nuevo Mexico, los días 10 y 11 diciembre de ese año. Con orgullo sus hijos cuentan que Oaxaquita fue quien logró la mejor imagen pues no contaba con un tripié y al resto de los periodistas sí, pero las cámaras se les cayeron debido a las vibraciones.
Marisela Ortega Lozano, con quien Héctor Oaxaca laboró desde 1985 hasta el 2004 y hasta hace unos seis meses todavía le proporcionó material gráfico, también recuerda que El Chino Oaxaca fue él único en fotografiar la implosión y narra que esa imagen le dio la vuelta al mundo y por ello la NASA le otorgó un reconocimiento, por su brillante papel durante la Operación Gnomo.
“Lo recuerdo como una persona muy optimista y de gran sentido del humor, quien no se dejaba derrotar por lo negativo. Siempre me pareció muy carismático”, señala Ortega.
Oaxaquita también grabó con su lente la entrega de El Chamizal en 1967, la construcción del Hipódromo y Galgódromo de Juárez, el incendio del Teatro de los Héroes en la ciudad de Chihuahua y varias visitas presidenciales como la de John F. Kennedy y mandatarios mexicanos.
Parte del vasto trabajo periodístico de este decano de la lente se muestra en la exposición Retrospectiva del Fotoperiodista de 1960 a 1970, inaugurada la semana pasada en el centro comercial Las Misiones en el marco del aniversario 50 de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, en donde podrá ser observada durante los dos siguientes meses.
Los restos de Oaxaquita serán velados hoy en Mausoleos Luz Eterna. A las 13:00 horas integrantes de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez (APCJ) montarán una guardia de honor.
Al periodista le sobreviven su esposa Graciela Echávarri, sus hijos Javier y Héctor y dos nietos.
bcarmona@redaccion.diario.com.mx