Rocío Gallegos
El Diario
Por tercer año consecutivo, México recibirá de Estados Unidos una cantidad menor a la dotación de aguas binacionales que el vecino país entrega por Ciudad Juárez, lo que tiene en jaque a sus beneficiarios: los agricultores del Valle de Juárez.
De acuerdo con datos proporcionados por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), a partir del 1 de junio se traspasará apenas el 5 por ciento de los 74 millones de metros cúbicos de la cuota anual que el vecino país está comprometido a enviar de las presas del Elefante y del Caballo, en Nuevo México.
Ante ese panorama se prevé que se agudice más la crisis desatada por la sequía en la región.
La cantidad que actualmente se tiene garantizada para los agricultores de la región es la más baja recibida desde 1906, y se registra pese a que este año el vecino país atrasó la entrega tres meses después de lo acostumbrado.
Ante este panorama, las autoridades de ambos países se volverán a reunir el próximo mes para ver si pueden lograr una dotación adicional para México, aunque advierten que no están optimistas de lograrlo.
El organismo binacional dio a conocer que al momento se tiene garantizado un volumen de 4 millones de metros cúbicos, debido a que el nivel de captación de las presas del lado estadounidense sigue muy bajo.
Jesús Luévano, secretario de CILA México, informó que las presas están muy por debajo de su capacidad. La del Elefante, indicó, registra apenas el 10 por ciento de los casi 2 mil 500 millones de metros cúbicos de su capacidad; en tanto que la del Caballo, está al 4 por ciento de su volumen, que es de 240 millones de metros cúbicos.
Dijo que ambos países acordaron iniciar extracciones de agua de las presas el 1 de junio de manera que se prevé que el líquido este arribando a Juárez-El Paso dos o tres días después, dependiendo de las condiciones del cauce.
Tendremos una reunión adicional en junio para ver si es posible que se asigne un volumen adicional a México para el presente año y sobre esa base poder determinar hasta cuando se estarían prolongando las entregas, informó Luévano.
Hace 8 meses, en septiembre del año pasado, durante la Cumbre Binacional de Recursos Hídricos en la Frontera que se llevó a cabo en Juárez y El Paso, Roberto Salmón, comisionado mexicano la CILA, advirtió de la crisis desatada en la región por la sequía.
Esa situación ha provocado tensión entre las comunidades fronterizas debido a que por la falta de lluvia Estados Unidos y México se han visto impedidos a cumplir sus acuerdos de entregas del líquido establecidas entre los dos países, indicó el funcionario en ese entonces.
Pero las tensiones se hicieron públicas a principios de este año, cuando legisladores de Estados Unidos reclamaron agua de Chihuahua.
Los legisladores por Texas exigieron a México que libere en el río Bravo el agua que se almacena en presas de Chihuahua para que se salde la deuda que tiene este país con Estados Unidos en la entrega estipulada en el tratado internacional de 1944.
Pero su país ha incumplido también el traspaso que deben realizar pero bajo el tratado de 1906.
Los registros oficiales revelan que al menos en los dos últimos años ha incumplido con la cuota estipulada en el tratado internacional que data de 1906; además este 2013, por la sequía que prevalece en la región fronteriza, también entregará menos de lo que le corresponde y a destiempo.
El problema del agua se genera debido a las sequías que no se habían visto antes, a la sobreexplotación de las cuencas del Río Bravo y Río Colorado, así como a la demanda de los usuarios que sigue en aumento por el crecimiento de la población, se dio a conocer.
El afluente que Estados Unidos entrega al país es bajo el Tratado Internacional de Aguas de 1906, firmado entre ambos países en 1906. Estipula que México debe recibir de Estados Unidos 74 millones de metros cúbicos anuales y que cuando no haya suficiente agua, habrá una disminución proporcional a todos los usuarios.