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Historia de un fideicomiso en bancarrota pese a pago ciudadano

Antonio Rebolledo
El Diario

2013-01-13

Cuando el vocal ejecutivo del Fideicomiso de Obra Participativa (Fidop), Arturo Domínguez Esquivel, fue designado para administrar esa cartera desconcentrada de la administración municipal, el objetivo era recuperar una cartera vencida de casi dos mil cuentas.
Además activar otras mil que no tenían movimientos en los últimos tres años, y tratar de establecer pagos constantes en las otras 5 mil cuentas que bajo convenios tenían tendencias activas, es decir, presentaban pagos esporádicos.
Estas ocho mil cuentas, estableció el ex vocal Alfonso Ramírez Meza, permitían al fideicomiso tener ingresos promedio de 500 mil a 600 mil pesos mensuales.
En dos años, entre marzo del 2008 y octubre de 2010, pudo recaudar alrededor de 16 millones de pesos, refirió a El Diario quien fuera el segundo vocal ejecutivo del Fidop en su historia.
“Con que cobráramos la mitad de esos 40 millones de pesos durante el trienio, era suficiente para recapitalizar al fideicomiso tras el retiro por 18 millones que el Ayuntamiento realizó a finales del 2009”, detalló Domínguez Esquivel.
No obstante, a dos años y tres meses de gestión, el Fidop se encuentra en la bancarrota, prácticamente sin recursos incluso para pagar la nómina de nueve personas, pese a que según lo referido por vecinos de la colonia Luis Olague, siguieron cumpliendo con los pagos que el organismo les requirió por la pavimentación de al menos cuatro calles financiadas con recursos federales.
Ese potencial de recuperación de cartera, asegura Xóchitl Contreras Herrera, regidora coordinadora de la Comisión de Desarrollo Urbano del Cabildo, ni siquiera se sospechaba en ese fideicomiso, y por eso nunca se revisó a fondo.
Agregó que a la comparecencia a la que fue convocado Domínguez Esquivel para el próximo miércoles “no es un hecho que el funcionario acuda”, aunque se tratará de obtener, dijo, las firmas de los 18 regidores para que exponga las cuentas del fideicomiso.

Recuento
El pasado 26 de diciembre, El Diario recibió la queja de vecinos de la calle Leo, entre Piscis y Acuario de la colonia Luis Olague.
Manifestaron que a pesar de que les habían dicho que la obra de pavimentación sobre esa vía no tendría costo, el Municipio seguía cobrándoles a través de un fideicomiso llamado Fidop.
El Diario cuestionó a varios funcionarios municipales sobre esta dependencia, y en la mayoría de los casos la respuesta fue la misma: a ciencia cierta no sabían qué hacía, qué y cuánto administraba, y para qué servía.
Lo que sí conocían del Fidop, era que su cuentas no eran tan claras.
El pasado lunes 7 de enero, el vocal ejecutivo del Fidop, Domínguez Esquivel, indicó que el estado financiero de ese fideicomiso era crítico, tras lo que denominó como “un desfalco” de 18 millones de pesos durante la gestión del alcalde José Reyes Ferriz.
Expuso que en menos de tres años sus finanzas pasaron de los 20 millones de pesos, a los 6 mil pesos hasta el pasado lunes.
En sus finanzas, dijo, había opacidad; una irregularidad que la Auditoría Superior del Estado y del Congreso del Estado habían permitido.
Anticipó que este fideicomiso, sostenido por los cobros indiscriminados de obra pública a colonos de escasos recursos económicos en colonias marginadas de la ciudad, “está por desaparecer”, pues de los 1.8 millones de pesos que había en sus cuentas en octubre de 2010, ya no quedaba nada tras la liquidación del 60 por ciento de su personal.
“Está en la quiebra y no tenemos cómo comprobar el estado financiero que ya nos entregaron mal porque muchos archivos de cobro y estados financieros desaparecieron”, apuntó.
Pese a formar parte de su comité técnico, el tesorero municipal, Jorge Luis Delgado Terrazas y el secretario del Ayuntamiento, Héctor Arcelús Pérez, se deslindaron de las operaciones de este fideicomiso al que la Dirección de Obras Públicas no le asignó obras en la presente administración para que continuara con los cobros a los colonos beneficiados con pavimento.
El martes 8, el alcalde aclaró que el dinero retirado por Reyes Ferriz a las cuentas del Fidop “fueron parte de un préstamo. Un préstamo de 18 millones de pesos que le vamos a devolver, y que después de eso liquidaremos el fideicomiso”.
El edil instruyó a Domínguez Esquivel que mostrara a El Diario los estados financieros del fideicomiso y el Acta donde que justificaba el retiro de los 18 millones de pesos en diciembre de 2009, pero hasta ayer sábado esos documentos no habían sido presentados por el vocal ejecutivo del Fidop que desde el miércoles pasado no contesta las llamadas telefónicas de los reporteros.
El destino de los 18 millones de pesos fueron despensas, un programa de capacitación para el empleo y becas para alumnos de la Preparatoria Central, aclaró Leopoldo Canizales Sáenz, coordinador de directores de la comuna y entonces regidor del Ayuntamiento
La regidora Xóchitl Contreras manifestó que la última vez que el Fidop llamó a junta de Comité Técnico fue el 21 de diciembre de 2011. “Pareciera un fideicomiso de buena fe, y esos, nomás existen en las organizaciones religiosas”, enfatizó.
El director de Obras Públicas, Arcadio Serrano García, reconoció que esa dependencia no tiene control sobre las obras que el Fidop puede cobrar a vecinos de cualquier colonia por un proyecto, “y puede hacerlo, porque así está facultado, en una, cien o mil obras sin importar el origen de los recursos que las financiaron”, acotó.
El síndico José Luis Canales de la Vega advirtió que se acercarán a ese fideicomiso, “porque si así está ese, cómo andarán los demás”, mencionó, mientras la Secretaría Técnica del Ayuntamiento, encargada de los sistemas de Transparencia del Ayuntameinto, dejaba en claro que no tenía ningún registro de estados financieros del Fidop.
El miércoles, líderes vecinales en la Luis Olague manifestaron que la Dirección de Obras Públicas planeaba cederle el cobro de algunas calles en proceso de pavimentación al Fidop para su cobro.
Otros vecinos en la misma demarcación, mostraron la diferencia en el cobro del Fidop entre este y el trienio anterior.
En la gestión de Ramírez Meza se realizaban los pagos a través de fichas de depósito en el banco que funge como fiduciario; y en la gestión de Domínguez Esquivel, mediante recibos simples foliados. Los folios de esos recibos, subrayaron los beneficiarios de las obras y contribuyentes del Fidop, no eran subsecuentes ni presentaban un orden ascendente, y cada firma tenía una firma distinta al recibir el dinero en efectivo que entregaban al Fidop.
Sobre esta situación, el tesorero Delgado Terrazas puntualizó que este procedimiento de cobro no es adecuado para el manejo de recursos públicos “pues cualquier pago a entidades municipales debe pasar por la tesorería o directamente al fiduciario, en el caso de los fideicomisos”, destacó.
En el Fidop, cualquiera tomaba decisiones. Concepción Díaz, vecina de la colonia Luis Olague, aseguró que recientemente convino con el administrador José Antonio Segura un descuento de 25 mil a 4 mil 500 pesos por el frente pavimentado en su casa de la calle Libra.
“Ya llevo dos pagos de 500 y me dijo que cuando esté enferma, tenga el dinero y no pueda ir a las oficinas, me va a mandar a un cobrador”, refirió la mujer de más de 70 años, viuda y dependiente de sus hijos.
Pedro Hernández, su vecino, pagó 12 mil pesos en abonos. Su vecino, Felipe Arellanes, también pagó, pero en un doble convenio logró que se redujeran sus pagos de 7 mil 400 a mil 500 pesos “en total”.
Para el jueves, el alcalde zanjó el tema del Fidop y reiteró que será auditado y liquidado al final de la administración, pero no ahondó en el manejo “extraño” de los recursos cobrados.
Hasta ayer, los informes financieros del Fidop seguían sin ser publicados en el portal de Transparencia del municipio, lo que organizaciones civiles manifestaron que es una obligación legal por ser una entidad que recibe recursos públicos para su manejo.
Lo que sí le quedó claro a los vecinos de la Luis Olague, tras esta situación, es que “ninguna obra de pavimentación es gratuita. Por eso nos van a cobrar la calle Leo que están pavimentando”, señaló Mónica Ponce, líder vecinal en esa demarcación.
El cobro directo a los beneficiarios en la sede del Fidop podría ser una irregularidad que ameritaría un análisis profundo para determinar si se incurrió o no en faltas a la Ley de Servidores Públicos, lo que expondría a sus directivos a sanciones administrativas, amonestaciones o hasta prisión, advirtieron el tesorero y el secretario del Ayuntamiento el miércoles.
Ese día, Alfonso Ramírez Mesa mostró el acta de entrega-recepción donde Domínguez Esquivel recibió en presencia de la Contraloría en octubre de 2009, los informes financieros, archivos, actas de comité y demás información del Fideicomiso.
Resaltó que en el banco debieran estar otros tres millones de pesos que son el patrimonio inicial del Fidop, pero el coordinador administrativo actual, José Antonio Segura, manifestó que ya no había dinero ni para la raya.
De paso, desconoció los recibos que el Fidop emitió recientemente, y apuntó que sus ingresos eran en promedio de 500 mil a 600 mil pesos mensuales.

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