Internacional

Desata cannabis fiebre del oro en Canadá

The New York Times

2018-11-08

Ontario.- Millones de dólares en plantas de mariguana yacían bajo lámparas más brillantes que el Sol de mediodía, mientras que empleados de la compañía de cannabis más grande de Canadá iban y venían entre las 47 enormes salas de cultivo de su fábrica, que alguna vez produjo barras de chocolate Hershey.

Ahora es hogar de Tweed, cuya compañía matriz, Canopy Growth, fue el primer productor de mariguana canadiense en debutar en la Bolsa de Nueva York.

Valuada en más de 10 mil millones de dólares, Canopy vale aún más que Bombardier, la compañía canadiense que es uno de los fabricantes más grandes del mundo de aviones y trenes, ofreciendo un ejemplo contundente de la nueva esperanza de ganancias rápidas de esta nación: la industria de la mariguana.

El 17 de octubre, Canadá se convirtió en apenas el segundo país y la primera economía importante del mundo que legaliza la mariguana para todo uso (Uruguay la legalizó en el 2013). Las compañías están clamando por unirse a lo que algunos llaman una fiebre del oro verde.

La ley limita los productos que pueden contener cannabis; los comestibles, por ejemplo, no serán legales hasta el año próximo. La legislación también restringe estrictamente la publicidad y está cargada de reglas burocráticas.

Las 12 principales compañías canadienses de mariguana ahora valen casi 55 mil millones de dólares canadienses, o 42 mil millones de dólares, y los inversionistas están arrebatando las acciones.

Sin embargo, las ganancias son un sueño del futuro. Por ejemplo, las ventas de la unidad de mariguana medicinal en Tweed fueron de sólo 77 millones de dólares canadienses el año pasado. La compañía tuvo pérdidas de 70 millones de dólares.

Muchos expertos creen que no todos los productores de mariguana podrán generar ganancias y sobrevivir.

Hay 120 negocios autorizados para cultivar mariguana medicinal, que ha sido legal en Canadá desde el 2001. Ahora están listos para vender a personas que simplemente quieren drogarse. Las compañías se están apresurando por obtener licencias para abrir tiendas.

Han surgido negocios para crear el software que permite a los productores dar seguimiento a sus plantas y productos finales, como lo requiere el Gobierno. Los productores de mariguana también son consumidores voraces de suministros como fertilizantes, así como de energía.

Y los fabricantes de invernaderos ahora tienen una base de clientes que va más allá de los productores de tomate y chile morrón. Las fábricas abandonadas, como en la que opera Tweed, de repente se han convertido en propiedades muy buscadas.

David Campbell es uno de los que se beneficia del auge. Campbell, de 50 años, tiene experiencia gerencial en compañías que producen máquinas conocidas como "sistemas de extracción de fluidos con dióxido de carbono botánico supercrítico".

Por lo común, se usan para descafeinar café. Sin embargo, también son ideales para exprimir los ingredientes activos de las plantas de mariguana para crear aceite.

Campbell abrió Advanced Extraction Systems en Charlottetown, en la Isla del Príncipe Eduardo, sólo para atender a la industria del cannabis.

La compañía ha vendido 12 sistemas este año, incluyendo uno a una compañía de mariguana medicinal en Alemania. Advanced ha ido de un empleado, Campbell, a 14, en su mayoría ingenieros.

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