Internacional

Muestran Rusia y China poderío militar a occidente

El Diario de Juárez

2018-09-15

Moscú.- Fue una impresionante exhibición de poderío militar.  El campo de entrenamiento lleno de matorrales de Tsugol se transformó en un campo de batalla simulado, mientras la “coalición” de Rusia y China luchaba contra un adversario ficticio, publicó CNN.

Mientras el presidente ruso Vladimir Putin observaba, unos modernos tanques de guerra rusos T-90 entraron en posición, realizando un ataque con el apoyo de los tanques chinos Tipo 99.  Un ataque aéreo mostró los jets bombarderos Su-35, que fueron la piedra angular de la interoperación militar rusa y china.

Las maniobras que se realizaron el jueves fueron la conclusión de Vostok 2018 --- los ejercicios militares que Rusia ha considerado como los más grandes que se han realizado desde las prácticas de la Era de la Guerra Fría, en 1981.

Rusia lleva a cabo ejercicios militares importantes cada año en esta época.  Sin embargo, los de esta semana fueron algo diferente. Se trató del anuncio de una creciente sociedad militar entre Moscú y Beijing, así como también un ligero mensaje de que Rusia está exportando artefactos militares de primera línea.

Veinticinco mil tropas y 7 mil tanques y aviones, etc., formaron parte del ejercicio en Tsugol y eso sólo es parte del poderío militar que fue movilizado para Vostok 2018.

El Ministerio de la Defensa ruso aseguró que unos 300 mil soldados participaron en todas las etapas de las prácticas, los cuales podrían representar la tercera parte de todo el contingente activo de las fuerzas armadas de Rusia --- aunque algunos analistas cuestionaron la cifra total.

En un desfile que siguió después del evento, Putin dijo que esas prácticas dejaban de manifiesto que Rusia era “un país de paz” pero que también estaba decidido a defenderse.

La colaboración internacional de este año --- específicamente con China --- incluyó una importante exhibición de ejercicios por aire, mar y tierra.  El ejercicio del año pasado, denominado Zapad 2017, se enfocó en la frontera occidental de Rusia con la OTAN.

Zapad 2017 causó una considerable inquietud en las capitales occidentales, ya que fue visto como un encuentro deliberado para aumentar la presencia militar de la OTAN en los Bálticos.

Un análisis realizado por la OTAN después de los ejercicios concluyó que Zapad 2017 envió una clara señal estratégica.

Sin embargo, lo más impactante fue ver las fuerzas rusas y chinas operando conjuntamente en una región que no está lejos de donde China y Rusia pelearon una guerra fronteriza en 1969.

Los tiempos han cambiado y aunque Moscú y Beijing siguen siendo rivales estratégicos en algunos aspectos, Putin tiene una cálida relación con el presidente chino Xi Jinping.

Rusia y China han estado aumentando silenciosamente su colaboración en los últimos años, mientras las relaciones entre Moscú y el Occidente entraron a la congeladora.

Oficiales estadounidenses han expresado su preocupación de que los sistemas tales como el S-400 puedan representar una amenaza para Estados Unidos y las milicias de la OTAN.

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