Internacional

Mafiosos no pueden creer en Dios: papa

Reforma

2018-09-15

Palermo, Italia— El papa Francisco hizo el sábado un llamado al crimen organizado de Sicilia para que abandone la violencia y aseguró que los mafiosos no pueden creer en Dios.

Francisco, que acudió a la capital de Sicilia, dijo que la isla no necesitaba hombres y mujeres que actúen buscando defender el honor, utilizando términos que la propia mafia suele emplear.
"No se puede creer en Dios y ser mafioso, quien es mafioso no vive como cristiano, porque blasfema con la vida el nombre de Dios", afirmó Francisco en medio de los aplausos de los más de 100 mil fieles que acudieron a verle en Palermo, según las cifras de las autoridades.

"Así que le digo a los mafiosos: cambien, dejen de pensar sólo en ustedes y en su dinero, convíertanse al verdadero Dios de Jesucristo. De otro modo su propia vida estará perdida y será la peor de las derrotas".

En su mensaje, se refirió a ellos como "queridos hermanos y hermanas".

El papa visitó Palermo para conmemorar al padre Giuseppe "Pino" Puglisi, un sacerdote que murió a tiros por miembros de la mafia en 1993 luego de haber desafiado el control de la organización sobre los vecindarios más peligrosos de la ciudad.

Puglisi fue asesinado en su cumpleaños número 56 durante una brutal campaña del crimen organizado contra el Estado y quien quiera que amenazara su existencia. Los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino perecieron en ataques con bomba en Palermo 1992.

"Una persona que es mafiosa no vive como un cristiano porque con su vida insulta el nombre de Dios", dijo Francisco en el sermón ante 80 mil personas en la zona portuaria de la capital siciliana.

La multitud interrumpía el sermón para aplaudir cada vez que el pontífice argentino denunciaba a la mafia.

La Iglesia Católica en el sur de Italia ha tenido una historia compleja con la mafia.

El cardenal Ernesto Ruffini, quien fuera arzobispo de Palermo entre 1945 y 1967, negaba la existencia del crimen organizado y sostenía que el comunismo era la mayor amenaza para la institución.

 

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