El Diario de Juárez
2018-07-16
A lo largo de tu vida seguramente habrás escuchado en muchas ocasiones que el agua se está acabando y seguramente te has preguntado: ¿Cómo es esto posible si el planeta está formado de tres cuartas partes de agua?
Si bien el agua en el planeta muy difícilmente se acabará, es cierto que el agua purificada en algunos países cada vez es más difícil de conseguir, de acuerdo con la OMS, 2 mil 100 millones de personas en el planeta no tienen una fuente segura para tomar agua.
Es por eso que los científicos han empezado a preocuparse por este tema y en la actualidad ya existen purificadores de agua con heces hasta máquinas que filtran partículas con agua con gas.
Uno de estos purificadores es el LifeStraw, el cual limpia el agua pasándola a través de un grupo de fibras largas y huecas encerradas en un tubo de plástico.
Esta herramienta purificadora de agua, funciona como un popote, el cual sumerges un extremo en el agua y del otro lado succionas.
Es capaz de atrapar cualquier cosa que el agua contenga que sea mayor a 0.0002 centímetros, o una centésima parte del grosor de un cabello humano, lo que impedirá que bacterias lleguen a tu boca.
Esto incluye que el 99.9% de los parásitos y las bacterias, como las que causan el cólera, la disentería y la fiebre tifoidea no llegarán a tu organismo por beber agua contaminada.
El LifeStraw, fue idea del empresario danés, Mikkel Frandsen, en 1996 con la intención de mejorar las vidas de las personas en África.
La versión más antigua de LifeStraw fue creada para que la gente que tomaba agua sucia en Guinea, no se contaminara con la lombriz de ese país, con pulgas y con larvas de gusano.