Reforma
2018-07-09
Jerusalén— Palestina logró desconcertar a Israel con un arma secreta, sencilla y eficaz.
El nuevo fenómeno de los cometas y globos incendiarios -considerado por el Gobierno israelí como una forma de terrorismo- comenzó hace más de tres meses y, aunque se trata de un sistema básicamente rudimentario, resultó ser una herramienta sofisticada dentro del conflicto y con la que Israel no sabe cómo lidiar.
Unos civiles fueron los primeros en enviar a sus enemigos unos artefactos con botellas incendiarias atadas a la punta del hilo o, a veces, globos de helio con carbones encendidos, aunque la organización islamista Hamás se apoderó rápidamente del fenómeno y lo convirtió en uno de sus métodos de ataque.
Los aparatos incendiarios, que en algunos casos volaban con mensajes especiales como la bandera palestina o amenazas, provocaron hasta mediados de junio más de 600 incendios en el sur de Israel.
Según datos recabados por Reforma de fuentes militares y autoridades locales en la zona afectada, adyacente a Gaza, se quemaron más de 3 mil hectáreas de cultivos de trigo, reservas naturales y bosques, además de una gran cantidad de animales muertos por el fuego o el humo.
A esta problemática se une el envío de globos explosivos, a los que se había atado un dispositivo que debe ser neutralizado por la Policía.
El fenómeno es recurrente y han sido varios los casos detectados en patios de casas particulares y otros espacios en diferentes pueblos, por lo que las autoridades de los consejos regionales afectados exhortaron especialmente a los niños a no acercarse si ven una cometa o un globo, por más multicolor e inocente que parezca.
"Si dedicaran la mitad del tiempo que dedican a esto, a ver cómo avanzar y desarrollar Gaza, ya serían Singapur", declaró a REFORMA Haim Jelin, diputado de la Oposición en Israel y residente en uno de los poblados de la zona afectada.
"Nos quieren sacar de nuestra tierra y nuestras casas", añadió.
Sin embargo, este tipo de ataques ha colocado a Israel ante un desafío singular y el Ejército se encuentra en una encrucijada por no saber cómo ponerles fin.
A pesar de que desarrolló una tecnología que permite detectar y registrar en su radar el vuelo de los globos o cometas para estimar el lugar de aterrizaje, no hay una estrategia clara para derribarlos.
Por el momento, el gobierno no se plantea declarar una guerra a Hamas por el envío de estos artefactos incendiarios, los cuales no han provocado, hasta el momento, la muerte de ningún ciudadano israelí.