Internacional

Dedican en Londres exposición a Frida Kahlo

El Diario de Juárez

2018-07-08

Washington- Casi 65 años después de su muerte, el extraordinario sentido del estilo de Frida Kahlo continúa inspirando. En el Museo Victoria y Alberto de Londres, la exposición “Inventarse” permite apreciar la forma en que Kahlo cultivaba su imagen y los métodos con los cuales recurrió a la moda y el maquillaje para lograrlo, publicó The Washington Post.
Las curadoras Circe Henestrosa y Claire Wilcox visitaron la Casa Azul, donde Kahlo pasó su infancia en México y donde murió en 1954. En colaboración con el Museo Frida Kahlo trajeron Londres más de 200 objetos, algunos de los cuales nunca habían salido de México y algunos que nunca se habían exhibido. “Nos emocionó mucho pensar que la Casa Azul permitiera que los trajes de Kahlo salga de México por primera vez”, dice Henestrosa.
Si algo queda claro en la muestra, es que el estilo de Kahlo era cuidadosamente coordinado con un propósito. Como explica Wilcox, uno de los objetivos de la exposición es “mostrar la forma en que Frida construyó y controló su identidad, su singular fuerza ante la enfermedad y la adversidad”. Con los huipiles, las enaguas y los esplendorosos tocados que usaba, por ejemplo, enfatizaba su identidad y ascendencia mestiza. Asimismo, las flores indígenas que se ponía en el cabello y la joyería local con la que se adornaba reflejaban su amor por México y su postura nacionalista. Kahlo “se inspiraba en las distintas culturas existentes en el interior de México”, dice Salma Hayek, quien interpretó a la artista en el 2002. “La gente no se vestía así, ni siquiera los indígenas… Frida se inspiraba en ellos y luego hacía sus propias creaciones que iban contra las tendencias de la moda”.
Kahlo también empleaba la moda a fin de ocultar las deformidades que la polio y la gangrena dejaron en su cuerpo, así como para expresar su apoyo al comunismo. La artista bisexual manifestaba asimismo su androginia a través de su apariencia. Entre los objetivos exhibidos está un lápiz con el que Kahlo juntaba y exageraba sus cejas. Además de su notorio vello facial, su uniceja hacía que su imagen se distinguiera y la distanciaba a ella de las ideas prevalecientes sobre belleza femenina, remontándose al tiempo de su juventud cuando se vestía de hombre. Hacerlo era “extremadamente osado”, dice Hayek sobre este periodo. “En ese entonces en México era inconcebible imaginar todo eso; sin embargo ella celebraba su parte andrógina”.
Igual que con su sexualidad, Kahlo no eran tan blanco y negro en lo referente a su estilo. El lápiz mencionado fue fabricado por Revlon —la marca favorita de Kahlo—, lo mismo que el tono rosado de lápiz labial con el cual besaba juguetonamente sus cartas y el brillante esmalte rojo. Ambos se encuentran en la exposición.

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