Associated Press
2018-06-28
Arsal, Líbano— Mujeres y niños se subían el jueves a partes traseras de camionetas junto con montones de colchones y mantas, como parte de un masivo retorno de refugiados sirios a su país desde el Líbano.
El pequeño éxodo es parte de un programa de repatriación que el gobierno dice es voluntario —la primera camada de refugiados en regresar a Siria del pueblo fronterizo libanés de Arsal este año—. Se espera que unos 470 sirios crucen el jueves, tras haber solicitado permiso de las autoridades libanesas y sirias.
La televisora progobierno siria Al-Ikhbariya mostró imágenes desde la frontera en las que se ven vehículos y civiles cruzando.
Khaled Abdul-Aziz, un sirio que encabeza el comité de los refugiados que regresan, dijo que un total de 472 tenían planeado regresar para el jueves por la tarde.
Añadió que un total de 3.194 refugiados se han registrado para regresar y que, tras los cruces del jueves, el resto lo hará en grupos en las próximas semanas.
Las repatriaciones se producen en medio de una disputa entre el gobierno libanés y la agencia de refugiados de la ONU, a la que Beirut acusa de tratar de desalentar el regreso de refugiados. La agencia rechaza las acusaciones.
Líbano tiene alrededor de un millón de refugiados sirios registrados, lo que equivale a una cuarta parte de su población, y ha advertido que no puede soportar más la carga en su frágil economía.
Funcionarios de la ONU y grupos de derechos humanos han expresado preocupación por las repatriaciones organizadas, diciendo que son prematuras porque la violencia y la represión continúan en Siria.
Los sirios a menudo son motivados a regresar por condiciones de vida "opresivas" en Líbano, incluyendo falta de residencia, restricciones al movimiento y la imposibilidad de inscribir a sus hijos en escuelas, dijo Lama Farikh, subdirector de Human Rights Watch en el Oriente Medio.