The New York Times
2018-06-14
Pekín— Este jueves el secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo dijo a potencias asiáticas que el presidente Trump sostiene las exigencias de que Norcorea desmantele sus armas nucleares, mientras intentaba conservar el frágil consenso para mantener las estrictas sanciones contra Norcorea no obstante la declaración de Trump en el sentido de que dicho país “ya no representaba una amenaza nuclear”.
Durante rueda de prensa efectuada en Seúl, Corea del Sur, Pompeo suavizó algunos de comentarios recientes del Presidente e insistió en que las sanciones impuestas por la ONU continuarían en vigor hasta que Norcorea hubiera alcanzado la “desnuclearización completa”.
“Vamos a conseguir la desnuclearización completa”, dijo Pompeo a los reporteros. “Sólo entonces revisaremos las sanciones”.
Más tarde reiteró lo anterior en Pekín, donde se reunió el jueves con el presidente chino, Xi Jinping. Pero China ya había dado indicios de retirar su apoyo a las fuertes sanciones contra su vecino y socio comercial, señalando que ahora que Norcorea se encuentra en la mesa de negociaciones podían suavizarse con toda legitimidad los castigos.
En conferencia de prensa ofrecida junto con el ministro chino del exterior, Wang Yi, Pompeo admitió la existencia de “mecanismos modificación” para las sanciones de la ONU y dijo que “hemos accedido a que se consideren en el momento apropiado”. Pero insistió en que dicho momento se daría después de la “desnuclearización total”.
Wang, quien indicó que China tenía intenciones de desempeñar un “papel constructivo” en relación con Norcorea, no quiso responder la pregunta en torno la posición china sobre las sanciones.
La dura postura que Pompeo asumió el jueves —dos días después de que Trump se reunió en Singapur con el mandatario norcoreano, Kim Jong-un— tenía el propósito de tranquilizar a los aliados estadounidenses Japón y Surcorea, así como refutar los reportes de la agencia informativa estatal norcoreana en el sentido de que Estados Unidos había accedido a suavizar las sanciones. Se trató asimismo de un fuerte llamado para que Pekín cooperara.
En el comunicado conjunto firmado en Singapur, Kim se comprometió a prometer vagamente la “desnuclearización completa” mientras que Trump prometió reconfortantes medidas de seguridad igualmente vagas.
El miércoles la agencia informativa estatal norcoeana señaló que Trump había accedido a retirar las sanciones cuando mejoraran las relaciones y que había avalado un proceso de desnuclearización “paso por paso” en vez de un desmantelamiento inmediato y total. A la confusión global se sumaron los comentarios que Trump hizo asegurando que el mundo podía “dormir bien esta noche” debido a que “ya no existe la amenaza nuclear de Norcorea”.
En Seúl, Pompeó intentó calmar los temores de Sorcorea y de Japón de que Trump hubiera cedido demasiado.
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