Internacional

Trump reclama la vuelta de Rusia al G7; Italia lo apoya

Associated Press

2018-06-09

Quebec— La fractura entre las grandes potencias del G7 se agravó ayer en el inicio de la cumbre de líderes en Canadá, reportó El País. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió filas con el grupo al reclamar la reincorporación de Rusia, que fue expulsada a raíz de la crisis de Ucrania por la anexión de la península de Crimea en 2014.
En su alegato le apoyó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, recién nombrado en el cargo por una coalición populista y prorrusa. Este nuevo frente se suma a una guerra comercial entre EU y sus supuestos aliados que ha crispado la reunión antes de comenzar.
Lo ocurrido en la víspera y el primer día de la cumbre refleja que las turbulencias no son puntuales, sino que constituyen una crisis profunda del llamado bloque occidental propulsado por el giro aislacionista de Washington.
El jueves, Trump ya había lanzado fuertes reproches públicos a los presidentes de Francia y Canadá a cuenta de la guerra arancelaria y ayer, a primera hora, justo antes de tomar el avión hacia la reunión, lanzó la bomba.
“Soy la peor pesadilla de Rusia”, recalcó Trump a la prensa, para sacudirse la imagen de afín a Kremlin, “pero, dicho esto, Rusia debería estar en esta reunión”. “¿Por qué tenemos una reunión sin Rusia? Te guste o no, y puede que no sea políticamente correcto, tenemos que gestionar los asuntos globales”, añadió.
Luego se subió al Air Force One rumbo a La Malbaie, un pequeño pueblo de la región quebequesa de Charlevoix que se ha convertido estos días en una fortaleza para aislarse de manifestaciones y protestas, aunque en esta ocasión el verdadero incendio se encuentra dentro de los salones.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, rechazó frontalmente el regreso del Kremlin al club, acusó a Trump de querer “cambiar el orden internacional” y admitió que esta sería la cumbre “más difícil en años”.
El G7, formado por EU, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido e Italia, constituye una especie de club de países ricos que comparten una visión global del mundo y se reúne cada cierto tiempo para fijar principios de actuación política y económica. Al término de cada una de esas cumbres suelen emitir un comunicado en el que se reafirman esos valores comunes y las discrepancias entre ellos suelen leerse entre líneas, en declaraciones anónimas o discursos llenos de matices. Con Donald Trump, las dinámicas de este club han cambiado en el fondo y en las formas.
El apoyo a Moscú constituye el último frente. “Dejemos el G7 como está ahora. El siete es un número de la suerte, al menos en nuestra cultura”, recalcó Tusk. Francia y Reino Unido también se pronunciaron en contra. Solo el nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que se estrena en la cita, se mostró de acuerdo con el presidente de EU.
Trump expresó ayer su satisfacción por la relación que mantiene Estados Unidos con Canadá antes de un encuentro con su homólogo, Justin Trudeau, en la Cumbre del G7 que se celebra en la localidad canadiense La Malbaie, en Quebec.
Trump afirmó que la relación “es muy buena”: “Estamos de hecho trabajando para reducir los aranceles y hacerlos muy justos para los dos países. Y hemos hecho un gran progreso hoy. Veremos cómo se soluciona todo”.

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