El Diario de Juárez
2018-05-23
Este martes Donald Trump abrió la posibilidad de que Norcorea desmantele paulatinamente su programa de armas nucleares, dando marcha atrás a la exigencia de que el mandatario Kim Jong-un abandone totalmente su arsenal sin ninguna concesión recíproca por parte de Estados Unidos.
El indicio de flexibilidad presidencial se dio luego de que Norcorea declarara la semana pasada que nunca accedería a renunciar unilateralmente a sus armas, llegando incluso a amenazar con cancelar la tan esperada cumbre de Kim y Trump programada para el mes próximo en Singapur.
Aparentemente la declaración de Trump no constituyó un cambio de política sino un esfuerzo por salvar el encuentro con Kim. Pero si bien quizá el gesto logre impedir un rechazo inmediato por parte de Kim, demuestra la disposición de Trump a abandonar la postura fundamental en el trato con Norcorea que lleva meses asumiendo así como que, tres semanas antes de la reunión del 12 de junio, la Casa Blanca aún está teniendo dificultades para encontrar una estrategia destinada a negociar con el aislado y misterioso estado poseedor de armas nucleares.
La magnitud del programa norcoreano, señaló Trump, dificultaría desmantelarlo con una sola medida. “Definitivamente sería mejor si todo se hiciera de una sola vez”, dijo. “¿Tiene que ser así? No creo que yo quiera comprometerme totalmente a algo así”.
Los comentarios del mandatario, hechos en la Oficina Oval cuando Trump recibía al presidente surcoreano Moon Jae-in, representaron la maniobra más reciente en la batalla de ingenio entre Trump y Kim, líderes ambos que claramente quieren hablar pero que reconocen las profundas diferencias que los separan.
La mayoría de los analistas dijeron creer que el encuentro tendrá lugar debido a todo lo que han invertido en ello ambos mandatarios.