Internacional

Ataques a iglesias dejan 13 muertos

Associated Press

2018-05-13

Surabaya, Indonesia— Una familia de seis integrantes, incluidas dos niñas, llevó a cabo ataques ayer en tres iglesias de Indonesia, uno de los peores atentados contra la minoría cristiana del país musulmán más poblado del mundo.
Al menos 13 personas murieron y 41 resultaron heridas en los ataques en la ciudad de Surabaya, informó la Policía. Las autoridades informaron que la familia estuvo en Siria.
El presidente Joko “Jokowi” Widodo visitó las zonas dañadas y calificó los ataques como “barbáricos”.
Fueron los peores ataques contra iglesias desde los perpetrados en la Nochebuena de 2000, que dejaron 15 fallecidos y casi 100 heridos. Las minorías religiosas, especialmente los cristianos, han sido un blanco habitual de los extremistas en este país.
El padre detonó una bomba colocada en un automóvil, mientras que dos de los hijos, de 18 y 16 años, utilizaron una motocicleta para perpetrar su ataque, y la madre estaba con las hijas, de 12 y 9 años, para efectuar el tercero, informó Tito Karnavian, jefe de la Policía nacional.
La familia había regresado a Indonesia tras pasar un tiempo en Siria, donde hasta hace poco el Estado Islámico controlaba una parte importante del territorio, agregó Karnavian.
El grupo extremista se adjudicó la responsabilidad de los atentados del domingo en un comunicado difundido por su agencia noticiosa Aamaq.
El primer ataque fue efectuado en el templo católico de Santa María en Surabaya, dijo el portavoz de la policía Frans Barung Mangera a reporteros en el lugar. Minutos más tarde se registraron una segunda explosión en la iglesia de Diponegoro y una tercera en la de Pantekosta, añadió Mangera.
Un testigo describió a la mujer y dijo que llevaba dos bolsas en la iglesia de Diponegoro.
“Al principio los agentes les bloquearon el paso frente al atrio de la iglesia, pero la mujer los ignoró y entró. Repentinamente ella abrazó a un civil y luego (la bomba) explotó”, dijo un guarda civil llamado Antonius.
Mangera dijo que tres bombas caseras sin explotar, dos en la iglesia de Pantekosta y una en la de Diponegoro, fueron detonadas por un escuadrón antiexplosivos.
Cristales rotos y trozos de concreto cubrían la entrada del templo de Santa María, que estaba custodiada por policías fuertemente armados. Los equipos de emergencias trataron a las víctimas en un campo cercano mientras en el estacionamiento los agentes inspeccionaban las motocicletas destrozadas por la explosión.
Un vendedor callejero que estaba en el exterior del templo dijo que el poderoso estallido lo arrojó a varios metros de distancia.
“Vi a dos hombres en una motocicleta que se abrieron paso por el atrio. Uno vestía pantalones negros y otro llevaba una mochila en la espalda”, narró el vendedor Samsia, que solo utiliza un nombre. “Poco después ocurrió la explosión”.
En Yakarta, la capital de Indonesia, la Asociación de la Iglesia Indonesia condenó los ataques.
“Estamos enojados, pero dejemos a las autoridades que los resuelvan”, dijo Gormar Gultom, un responsable del colectivo.
Dos de las organizaciones musulmanas más importantes del país, Nahdlatul Ulama y Muhammadiyah, también condenaron lo ocurrido.
Por su parte, el gobierno de Argentina emitió un comunicado en el que condenó “enérgicamente” los atentados, expresó su solidaridad y condolencias con el pueblo y el gobierno de Indonesia, y reiteró su “permanente rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”. 

X