Associated Press
2018-04-24Jerusalén— El gobierno de Israel admitió el martes que no puede expulsar a los inmigrantes africanos contra su voluntad y canceló las órdenes de deportación pendientes.
En una declaración a la Corte Suprema, el estado dijo: "No es posible implementar expulsiones a un tercer país sin el consentimiento (de los inmigrantes)".
Unos 35 mil inmigrantes africanos, en su mayoría de Sudán y Eritrea, están en Israel. El gobierno quiere que la mayoría de ellos se vayan del país, pero no ha encontrado forma de deportarlos legalmente.
El mes pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu llegó a un acuerdo con la ONU para reasentar a la mitad de los inmigrantes en naciones occidentales y absorber el resto, pero lo canceló horas más tarde, cediendo a demandas de críticos nacionalistas que dijeron que no era suficiente.