New York Times News Service
2018-04-17
Washington— El presidente Donald Trump envió al director de la CIA, Mike Pompeo, a reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, durante la Pascua para sentar las bases de una reunión cumbre entre Kim y Trump, informaron ayer las personas entrevistadas sobre el viaje secreto.
Trump aludió ayer a la misión de Pompeo cuando dijo que Estados Unidos estaba en conversaciones directas con Corea del Norte en “niveles extremadamente altos”, y que la Casa Blanca estaba buscando cinco sitios para una posible reunión de los líderes.
La Casa Blanca ha utilizado la inteligencia en lugar de los canales diplomáticos para comunicarse con Corea del Norte desde el mes pasado, cuando Trump aceptó inesperadamente la invitación de Kim para reunirse.
Pompeo es también el candidato de Trump para secretario de Estado.
Pompeo, según otros funcionarios, ya ha estado tratando con representantes de Corea del Norte a través de un canal que corre entre la CIA y su contraparte norcoreana, la Oficina General de Reconocimiento.
Y ha estado en estrecho contacto con el director del Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, Suh Hoon, quien, según funcionarios de los EU, fue intermediario de la invitación de Kim a Trump.
Trump también dijo que daría su bendición a Corea del Norte y Corea del Sur para “discutir el final de la guerra” cuando los líderes de esos países se reúnan a fines de este mes.
Las declaraciones de Trump, que llegaron cuando recibió al primer ministro Shinzo Abe de Japón en su propiedad frente al mar, eran una nueva evidencia de un deshielo diplomático en marcha en la Península Coreana, e hicieron que un encuentro impensable entre él y Kim fuera mucho más probable.