Associated Press
2018-04-02
Jerusalén– Israel anunció un acuerdo hoy con la ONU para reasentar a migrantes africanos en países occidentales, pero horas después lo suspendió.
El primer ministro Benjamín Netanyahu había dado a conocer el acuerdo en un discurso televisado a nivel nacional, en el que dijo que Israel accedió a cancelar la expulsión programada de decenas de miles de migrantes africanos. Dijo que el pacto con las Naciones Unidas incluía enviar a la mitad de los inmigrantes a países de occidente y permitir que el resto permaneciera en Israel.
Sin embargo, el lunes en la tarde Netanyahu dijo que “suspendía” el acuerdo a fin de someterlo a discusión el martes con los residentes israelíes de las áreas del sur de Tel Aviv, donde hay una gran población de inmigrantes.
“Después de reunirme con los representantes, reexaminaré el acuerdo una vez más”, dijo el premier.
Bajo el pacto, casi la mitad de los 35 mil inmigrantes que viven en Israel serían reubicados en Occidente, y el resto permanecería en el país.
La comunidad migrante se encuentra concentrada en el sur de Tel Aviv, lo que ha causado molestias entre los residentes israelíes que viven desde hace tiempo en esa zona de clase trabajadora. Las facciones de línea dura han criticado el acuerdo por permitir la permanencia de un número tan alto de africanos.
El cambio de último minuto dejó en el limbo al sorpresivo acuerdo, que finalmente había ofrecido una solución a un tema que ha dividido a Israel durante una década. El plan de deportación había sido duramente criticado tanto en Israel como en el extranjero, incluso por algunos de los aliados más cercanos del estado judío.
“Es un buen acuerdo”, dijo Netanyahu a la prensa horas antes. “Nos permite resolver este problema de una forma que sirva y proteja los intereses del estado de Israel y proporcione una solución a los habitantes del sur de Tel Aviv y otros vecindarios, así como a las personas que llegaron a Israel”.
La mayoría de los migrantes africanos provienen de países devastados por la guerra como Sudán y Eritrea, que cuenta con uno de los peores registros de respeto a los derechos humanos en el mundo. Los migrantes dicen que son solicitantes de asilo que huyen del peligro y la persecución, mientras que líderes israelíes han dicho que simplemente son personas en busca de empleo.
Los africanos comenzaron a llegar en 2005, después de que el vecino Egipto sofocó violentamente una manifestación de refugiados y se esparció el rumor de que en Israel había seguridad y oportunidades de empleo. Decenas de miles cruzaron la porosa frontera desde Egipto, antes de que Israel completara un muro en 2012 que puso fin al éxodo.