New York Times News Service
2018-04-01
Londres— Los funcionarios británicos que investigan el envenenamiento de Sergei V. Skripal, un exagente doble ruso, creen que es probable que un asesino haya colocado una sustancia tóxica en el picaporte de su casa.
Esta operación se considera tan arriesgada y sensible que es poco probable que se haya llevado a cabo sin la aprobación del Kremlin, según funcionarios que han sido informados sobre los primeros hallazgos de la investigación.
Esta teoría sugiere que un asesino, que según Gran Bretaña estaba trabajando en nombre del gobierno ruso, caminó hasta la puerta de la casa de ladrillo de Skripal en una calle tranquila en Salisbury el 4 de marzo, el día en que él y su hija Yulia enfermaron.
Skripal, quien fue liberado en un intercambio de espías con Estados Unidos en 2010, aún se encuentra en estado crítico, pero Yulia está consciente y hablando, según un informe de la BBC.
Debido a que el agente nervioso es tan potente, dijeron los funcionarios, la tarea podría haber sido llevada a cabo sólo por profesionales entrenados y familiarizados con las armas químicas.
Los funcionarios británicos y estadounidenses son escépticos de que actores independientes pudieran haber llevado a cabo una operación tan arriesgada o haber obtenido la sustancia sin aprobación en los niveles más altos del gobierno ruso, casi exactamente la misma frase que las agencias de inteligencia estadounidenses usaron en octubre de 2016, cuando atribuyeron por primera vez la piratería de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata a un equipo de hackers rusos.
Cuatro semanas después del intento de asesinato, funcionarios británicos y estadounidenses están considerando la cuestión de si el propio presidente Vladimir Putin conocía u ordenó el ataque.
Dicen que hasta ahora no hay evidencia de su participación directa, pero el presidente ruso, un exagente de la KGB, es hábil para ocultar sus comunicaciones.
Rusia ha negado la participación en el envenenamiento y en el hackeo electoral.
Los funcionarios británicos y estadounidenses dicen que están impresionados por el simbolismo del ataque a Skripal, así como por su efectividad.
Hubo muchas formas en que el exespía pudo haber sido asesinado: podría haber sido baleado o haber muerto en un accidente organizado.
Pero los asesinos sabían que el agente neurotóxico sería identificado, y sabían que estaría vinculado a Rusia, dijeron los funcionarios.
Eso estaba destinado a enviar un mensaje escalofriante a otros que piensen en desertar o informar a Occidente.
Y al llevar a cabo la operación en una histórica ciudad británica, a cierta distancia de Londres, el ataque pretendía indicar que ningún lugar estaba fuera del alcance de los asesinos rusos, dijeron los funcionarios.
La audacia del ataque a Skripal, que tomó por sorpresa a las autoridades británicas, les ha llevado a reconsiderar el uso de Putin de lo que se ha dado en llamar “guerra híbrida”.
Los funcionarios ahora ven esas acciones como parte de un patrón, uno que rara vez se ve en la Guerra Fría, en el que Putin ejerce el poder de maneras que es difícil atribuir directamente a los actores rusos, pero deja pocas dudas en la mente de los adversarios sobre la voluntad del país de utilizar una variedad de tácticas nuevas.
Los aliados de la OTAN ahora están pensando de nuevo sobre las respuestas coordinadas, que es lo que pretendía representar el derrocamiento simultáneo de los agentes rusos.
Pero no está claro si esos países pueden mantenerse unidos en una serie continua de enfrentamientos con Rusia.