El Diario de Juárez
2018-03-18
Ciudad de México- Eran dos hombres de mediana edad con acento extraño que adquirían y vendían propiedades, adoraban a sus hijos, les encantaba el futbol y frecuentaban galerías en San Miguel de Allende, Guanajuato, de acuerdo con Los Ángeles Times.
Un par de arrestos efectuados el mes pasado en París ha arrojado nueva luz sobre las turbias historias de Ramón y Esteban, como eran conocidos en San Miguel.
No se trataba de los discretos fotógrafos y especuladores de bienes raíces algo bohemios que parecían ser.
No se llamaban Ramón ni Esteban. Ni eran mexicanos. De hechos eran exguerrilleros originarios de Chile que llevaban más de 20 años prófugos —un dúo letal que, dicen las autoridades chilenas, alguna vez perpetró asesinatos meticulosamente planeados cuando el país estaba recuperándose de años de dictadura militar. Los dos son famosos asimismo por orquestar una fuga digna de película —al escaparse en helicóptero de un penal de alta seguridad en 1996.
Las autoridades mexicanas sospechan que los exguerrilleros de izquierda dirigieron la lucrativa organización de secuestradores vinculada con algunos de los plagios de mayor perfil en el país, incluyendo el del excandidato presidencial Diego Fernández de Cevallos, en el 2010.
Los arrestos han despertado preocupantes recuerdos de una violenta era en la historia chilena y llamado la atención sobre el negocio en auge de los secuestros en México. El capítulo más reciente del prolongado drama tuvo lugar, sorpresivamente, en Francia.
El 15 de febrero la policía francesa arrestó por cargos de homicidio y secuestro en Chile a “Esteban”, cuyo verdadero nombre es Ricardo Palma Salamanca, de 48 años. También se le conoce como “el Negro”.
Pocos días después, la policía arrestó a la pareja y presunta cómplice de Palma, Silvia Brzovic, una chilena que en México se hace llamar Pilar Quezada Moreno.
Las detenciones se dan luego de que en mayo fuera arrestado en México “Ramón”, cuyo verdadero nombre es Raúl Julio Escobar Poblete, de 54 años, el legendario guerrillero chileno conocido como “Comandante Emilio”.
Palma había sido arrestado en 1992 en Chile y sentenciado a dos cadenas perpetuas por asesinar a un senador y participar en 1991 en el secuestro del heredero del dueño del periódico chileno El Mercurio.
Pero el 30 de diciembre de 1996, un helicóptero secuestrado aterrizó en el patio de un penal de alta seguridad de Santiago, llevándose a Palma y a otros tres militantes en una cesta metálica a prueba de balas.
Escobar y Palma quedaron fuera de la atención pública. Las alertas de la Interpol no impidieron que iniciaran carreras internacionales de secuestros, aseguran funcionarios policiacos.
Las autoridades sospechan que Escobar y Palma se establecieron hace más de 10 años en México —Escobar como “Ramón Alberto Guerra Valencia” y Palma como “Esteban Solís Tamayo”.