Renuncia Puigdemont a investidura

Reforma

Ciudad de México— El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, refugiado en Bruselas tras impulsar el proceso separatista en octubre de 2017, renunció a su aspiración de ser investido nuevamente en el cargo.

Esto, después de que fallaran los intentos por nombrarlo a distancia como presidente del Parlamento catalán, luego de que los partidos independentistas ganaran las elecciones del pasado 21 de diciembre.

"Esta decisión se fundamenta en una única razón: en las actuales condiciones esta es la manera de que se pueda acordar un nuevo gobierno", señaló Puigdemont, acusado de sedición en España.

"Un gobierno lo más rápido posible y que respete el acuerdo y la voluntad del pueblo de Cataluña: que nuestras instituciones han de continuar gobernadas por el independentismo".

En su lugar, informó, su partido, Junts Per Catalunya, nominará al activista Jordi Sànchez, en prisión preventiva tras apoyar la declaración unilateral de independencia de la región.

"Jordi representa probablemente como nadie los valores de Junts per Catalunya. Y es un hombre de paz. Y es un hombre injustamente encerrado en una prisión", defendió.

España se encuentra en medio de su peor crisis política en décadas, luego de que el gobierno de Cataluña impulsara un referendo independentista, que España consideró ilegal e intentó frenar con la fuerza pública.

Tras una declaración unilateral de independencia el 27 de octubre, el presidente español, Mariano Rajoy, ordenó la disolución del Parlamento regional y convocó a nuevas elecciones.

Sin embargo, los independentistas obtuvieron de nuevo la mayoría y propusieron investir a distancia a Puigdemont, quien se encuentra en Bruselas para evitar ir a prisión.

Además, Puigdemont anunció en su mensaje que un equipo de abogados internacionales presentó esta tarde una demanda contra el Estado español ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Su decisión llega horas después de que los partidos independentistas JxCat, ERC y CUP votaron una resolución que denuncia la destitución ilegal e ilegítima de Puigdemont, en una sesión parlamentaria cargada de tensión por las posibles consecuencias judiciales de la iniciativa y la división entre grupos independentistas y constitucionalistas.