Internacional

Nuevo fósil reescribe al 'homo sapiens'

The New York Times

2018-01-25

Científicos anunciaron hoy el descubrimiento en una cueva israelí derrumbada de una quijada humana fosilizada que aseguraron data entre 177 mil y 194 mil años de antigüedad.
De ser confirmado, el hallazgo podría modificar la historia migratoria inicial de nuestra especie, fechando aproximadamente 50 mil años antes el momento cuando el homo sapiens se aventuró por primera vez fuera de África.
Los descubrimientos previos en Israel habían convencido a algunos antropólogos de que los humanos modernos empezaron a salir de África hace entre 90 mil y 120 mil años. Pero la mandíbula de fecha identificada recientemente está cambiado la historia.
“Éste sería el primer humano moderno que se haya localizado fuera de África”, dijo John Hawks, peleoantropólogo de la Universidad de Wisconsin en Madison que no participó en el estudio.
La mandíbula superior –que contiene varios dientes intactos y un incisivo quebrado y que fue descrita en un artículo de la revista Science– brinda la evidencia en fósil que apoya los estudios genéticos que han sugerido que los seres humanos modernos abandonaron África mucho antes de lo que se sospechaba.
El doctor Hawks y otros científicos recomendaron cautela al interpretar el descubrimiento. Si bien probablemente esta persona antigua haya compartido varias características anatómicas con la gente de hoy en día, tal vez dicho “ser humano moderno” se hubiera visto muy distinto a cualquiera que viva en el mundo actual.
“En numerosos aspectos los primeros seres humanos modernos no eran tan modernos”, dijo Jean Jacques Hublin, director del departamento de evolución humana en el Instituto Max Planck para la Antropología Evolucionaria, en Alemania.
Hublin señaló que al concluir que la mandíbula procedía de “un ser humano moderno”, los autores estaban diciendo simplemente que la persona antigua tenía más parentesco morfológico con nosotros que con el hombre de Neanderthal.
Lo anterior no significa que esta persona haya contribuido al ADN de todos los seres humanos vivos hoy, añadió. Es posible que la mandíbula perteneciera a alguna población anteriormente desconocida de homo sapiens que haya salido de África y luego se haya extinguido.
La mandíbula fue localizada por un equipo encabezado por Israel Hershkovitz, un paleoantropólogo de la Universidad de Tel Aviv, cuando excavaba en la cueva Misliya, en las laderas poniente de Monte Carmelo, en Israel. La mandíbula se descubrió en el 2002.

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