Internacional

Denuncia Papa en Perú violencia machista

El Diario de Juárez

2018-01-19

El Papa Francisco denunció este viernes desde Puerto Maldonado, en la selva amazónica peruana, la esclavitud sexual, la cual aseguró es fruto de una cultura machista que pisotea la dignidad de las mujeres, escribió la agencia EFE.
En su primera jornada de la visita a Perú, Francisco viajó a este lugar olvidado del mundo, como le expresaron sus habitantes durante un encuentro, donde alertó ante la trata de personas, que en realidad es esclavitud "para el trabajo, esclavitud sexual, esclavitud para el lucro".
La Iglesia local ha alertado que la llegada de los buscadores de oro y de la explotación minera del territorio ha fomentado la explotación sexual de niñas y mujeres y a ello se refirió el Pontífice.
"No se puede naturalizar la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades".
"No nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes sean pisoteadas en su dignidad", señaló.
Miles de católicos de Puerto Maldonado esperaron en el patio del Instituto Superior Tecnológico Jorge Basadre para ver al Papa cargados con sus objetos religiosos e imágenes de la Virgen para que fueran bendecidas.
"Duele constatar cómo en esta tierra, que está bajo el amparo de la Madre de Dios, tantas mujeres son tan infravaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias", lamentó.
Otra de las denuncias del Papa ha sido la situación que ha creado la promesa de que determinados trabajos pondrían fin a situaciones precarias como la búsqueda de oro,
"El oro se puede convertir en un falso dios que exige sacrificios humanos".
"Los falsos dioses, los ídolos de la avaricia, del dinero, del poder lo corrompen todo. Corrompen la persona y las instituciones, también destruyen el bosque", lamentó.
El Papa concluyó su discurso pidiéndoles que amen esta tierra y no la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a sus hijos.
Además, Francisco exigió limitar la explotación de la madera, el gas y el oro y al mismo tiempo reconoció a los pueblos indígenas como los principales custodios para determinar el futuro del planeta.
En un coliseo repleto de hombres, mujeres y niños indígenas, varios de los cuales tenían el pecho desnudo y vestían tocados de colores brillantes, Francisco declaró al Amazonas como "el corazón de la iglesia" y pidió una triple defensa de su vida, tierra y culturas.
Francisco reconoció la sabiduría de los pueblos nativos y dijo que los indígenas eran los guardianes de los bosques amazónicos que abarcan nueve países sudamericanos y 34 millones de personas y que el papa califica en su encíclica de 2015 como unos de los pulmones del planeta.

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