The New York Times
2017-10-29
Conforme Norcorea construye un arma capaz por primera vez de poner en peligro a las ciudades estadounidenses, sus vecinos están debatiendo si necesitan sus propios arsenales nucleares.
La creciente capacidad norcoreana han desatado cálculos militares en la región, mientras que están creciendo las dudas en torno a si Estados Unidos podrá contener al genio atómico.
Por primera vez en la memoria reciente, tanto en Surcorea como en Japón a diario existe un debate sobre la opción nuclear, motivado por la inquietud respecto a la posibilidad de que Estados Unidos dude defender a dichos países en caso de que hacerlo pudiera provocar que Norcorea lance un misil en dirección a Los Ángeles o Washington.
En Surcorea, los sondeos muestran que el 60 por ciento de la población está a favor de construir armas nucleares. Y casi el 70 por ciento desea que Estados Unidos vuelva a introducir armas nucleares en el campo de batalla, algo descartado desde hace 25 años.
Existe muy poco respaldo público hacia las armas nucleares en Japón, el único país que ha sufrido un ataque nuclear, pero numerosos expertos creen que lo anterior pronto pudiera revertirse si tanto Norcorea como Surcorea poseen arsenales.
El brutal cálculo acerca de cómo responder a Norcorea está ocurriendo en una región donde varios países cuentan con el material, la tecnología, los conocimientos y el dinero para producir armas nucleares.
Además de Surcorea y Japón, en Australia, Myanmar, Taiwán y Vietnam ya se habla en torno a si tiene sentido continuar sin armas nucleares si otras naciones se arman —intensificando los temores de que Norcorea provoque una reacción en cadena en la cual un país tras otro se sienta amenazado y construya la bomba.