Internacional

Marca violencia consulta en España

The New York Times

2017-10-02

Barcelona— El desafío catalán de celebrar un referéndum independentista, calificado de ilegal por el gobierno español, degeneró en caos ayer cuando los votantes se enfrentaron con el Cuerpo Nacional de Policía de España en una de las mayores pruebas a la democracia de ese país desde la dictadura franquista de los años setenta.
Oficiales con uniformes antimotines fueron desplegados por la región con la instrucción de clausurar las casillas de votación y confiscar urnas y boletas.
El referéndum se realizó de manera casi surreal. En muchos pueblos y ciudades, personas de todas las edades se congregaron en largas filas para sufragar con celebraciones y paella, mientras que en otras casillas la situación se tornaba violenta.
En algunos lugares, la Policía Nacional y la Guardia Civil dispararon balas de goma y usaron las porras para replegar a los votantes, muchos de los cuales pernoctaron al lado de algunas casillas para asegurar que se mantuvieran abiertas.
Las autoridades catalanas denunciaron que más de 844 personas resultaron heridas en los enfrentamientos, y al menos 33 policías fueron heridos, según el ministro del Interior de España.
Lo sucedido el domingo no deja claras muchas cosas, excepto que los enfrentamientos respecto al estatus de la región –próspera y un baluarte económico, y donde las aspiraciones independentistas han estado presentes durante varias generaciones– habían dejado a los partidarios de ambos lados más divididos que nunca.
El gobierno en Madrid, con el respaldo de las cortes, había declarado inconstitucional el referéndum y ordenado que se suspendiera. Los catalanes aún así colmaron las calles.
“Hoy España nos mostró su cara más fea y oscura, que pensamos había desaparecido hace 40 años”, dijo Mario Pulpillo, catalán de 54 años. “No puedes usar la violencia contra personas que solamente quieren votar”.
Pulpillo, quien está en silla de ruedas, dijo que fue a votar pese a la amenaza policial “para asegurar que este sea un festín democrático, no una humillación a manos de un Estado español que promueve la represión”.
Los votantes como él dejaron claro una muestra extraordinaria de determinación de cara a los amagos constantes por parte de Madrid.
Rajoy declaró ayer en una conferencia de prensa que las acciones policiales habían sido mesuradas y que habían llanamente “cumplido con su obligación”.
Sin embargo, los partidarios del referéndum indicaron que el uso de fuerza por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil empañó no sólo al gobierno conservador de Rajoy sino a la democracia española, relativamente joven.

- 844 heridos
- 33 agentes lesionados
- 2 mil 315 colegios electorales abiertos
- 319 puntos de votación cerrados

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