Reforma
2017-09-21Jerusalén, Israel— Una delegación de 70 hombres y mujeres de las Fuerzas de Defensa de Israel, soldados en servicio militar obligatorio y oficiales en la reserva, comenzó ayer el nuevo año judío de una forma muy singular: volando hacia México en misión de ayuda tras el potente sismo del martes.
El primer desafío en el terreno será cuando sus expertos evalúen el estado de los edificios afectados pero no desmoronados, con el objetivo de saber si es posible volver a habitarlos o mejor desalojarlos.
El Coronel Dudi Mizrahi es quien está al frente de esta misión de la Unidad Nacional de Rescate del Frente de Defensa Civil. Hace unos días, REFORMA lo entrevistó y en la charla destacó, entre otras cosas, la importancia de actuar rápido y ante diversos desafíos en este tipo de catástrofes.
"El mundo del rescate es cada vez más complejo", dijo.
"En la unidad debemos tener capacidad para lidiar con fuego, con acero, con la altura, bajo tierra, en rascacielos, con cemento grueso, para estar al frente y siempre en cualquier situación", contó.
El oficial israelí también enfatizó el hecho de que los desafíos del rescate moderno no derivan únicamente de la construcción a lo alto sino también bajo tierra.
"También la construcción de túneles subterráneos, por ejemplo de trenes, es muy importante. Hay que saber moverse bajo tierra, cómo construir un camino seguro bajo tierra, sosteniendo las paredes. Hay que poder comunicarse a pesar de los obstáculos y los caminos bloqueados.
"Hay que saber administrar el aire que uno tiene porque a una profundidad de 20 o 30 metros, no se puede aguantar más de unos pocos minutos. O sea que hay que rescatar llevando tanques de oxígeno en la espalda, o sea un sistema respiratorio. Todo eso requiere una preparación especial", dijo.
El Coronel Dudi Mizrahi comanda la unidad desde hace tres años y cuenta con amplia experiencia.
"Hoy tenemos la capacidad de penetrar gruesas capas de cemento, de trabajar con un despliegue de cuerdas por fuera de un edificio (snappling), de pasar por lugares muy estrechos y apretados, que en el lenguaje profesional se llaman 'espacios rodeados'", explicó.
Indicó que a esos espacios hay que entrar con sistemas de respiración, sabiendo cómo administrar el aire y qué porcentaje de oxígeno tienen, cosas que un rescatista común no sabe.
La primera gran misión al exterior de esta Unidad Nacional de Rescate de Israel fue durante el sismo de 1985, también en la Ciudad de México.
En aquella ocasión viajó una delegación de 22 soldados y oficiales israelíes, quienes trabajaron 40 horas sin interrupción. Desde entonces, más de 20 misiones de rescate israelíes han viajado a más de 15 países.
La unidad puede operar tras terremotos, incendios en rascacielos, edificios altos que están por desmoronarse por una falla estructural, un sismo, por el impacto de un misil o una explosión, gente atrapada en el túnel subterráneo de un tren y muchos otros escenarios.