Internacional

Podría Norcorea disparar más misiles tras discurso de Trump: expertos

El Diario Digital

2017-09-20

El régimen de Kim Jong Un le dice todos los días a los norcoreanos que Estados Unidos desea destruirlos a ellos y a su país.
Ahora, lo van a escuchar de otra fuente: del mismo presidente de Estados Unidos.
Este martes, en su primer discurso ante las Naciones Unidas, el presidente Donald Trump amenazó “con destruir totalmente a Corea del Norte”.
De acuerdo con una publicación del diario The Washington Post, analistas hicieron notar que no diferenció entre el régimen de Kim, al igual que lo hizo el presidente George W. Bush con su discurso sobre el tristemente célebre “eje del mal”, y los 25 millones de norcoreanos.
“El presidente Trump le proporcionó a los norcoreanos la frase del siglo”, comentó Marcus Noland del Instituto Peterson para la Economía Internacional y uno de los autores del blog “Corea del Norte: Testigos de la Transformación”.
“Ese material será utilizado una y otra vez en la televisora que es manejada por el gobierno de Corea del Norte”.
Desde que terminó la Guerra de Corea a través de un armisticio en 1953, el régimen de Kim ha mostrado a Estados Unidos como un “agresor imperialista” que trata de aplicar “una política hostil” para acabar con Corea del Norte --- nuevamente.
La “amenaza” de Estados Unidos es la razón por la que Corea del Norte necesita armas nucleares, es lo que le ha dicho el régimen a la gente.
Las palabras de Trump alimentan directamente esa narrativa, aseguran analistas.
“Esto reforzará la postura del líder de que Estados Unidos es hostil con Corea del Norte”, comentó Jung H. Pak, presidente de estudios sobre Corea en el Instituto Brookings.
“Esto es exactamente de lo que está hablando Corea del Norte y Trump lo dijo directamente en la televisión frente a todo el mundo”.
Además, el que Trump haya “satanizado” a Kim personalmente, podría inflamar la situación, agregó.
En las Naciones Unidas, Trump se refirió al líder norcoreano de 33 años como el “Hombre de los Cohetes”, un apodo que el presidente utilizó en Twitter dos días antes.
Una crítica directa contra los Kim es un sacrilegio para un régimen que ha creado un culto de personalidad alrededor de los líderes, convirtiéndolos en deidades.
“Esa difamación en contra del líder supremo frente a una audiencia internacional va a provocar que el ministro del Exterior tenga que salir en defensa de Kim, ya sea que Kim lo ordene o no”, comentó Robert Carlin, ex analista de la CIA sobre Corea del Norte, que sigue siendo un ávido lector de sus declaraciones.
Si las palabras de Trump pretendían destacar el blofeo de Kim y forzarlo a dimitir, con toda seguridad le va a resultar contraproducente.

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